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Eco Huarpe > Día Mundial de la Conservación del Suelo

Cuidar y proteger los suelos de San Juan es fundamental y estratégico

En el Día mundial de la Conservación del Suelo, DIARIO HUARPE ahondó sobre la realidad en la que se encuentran los suelos del planeta y de San Juan.

07 de julio de 2023

El Día Mundial de la Conservación del Suelo se celebra anualmente el 7 de julio para aumentar la conciencia sobre la importancia de proteger y conservar uno de los recursos naturales más vitales de nuestro planeta: el suelo. Este día se estableció en 2002 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y desde entonces se ha convertido en una fecha destacada para promover la gestión sostenible de los suelos.

DIARIO HUARPE, a través de Eco Huarpe, dialogó con un edafólogo (especialista que estudia la composición y naturaleza del suelo en su relación con las plantas y el entorno que le rodea), para profundizar sobre el tema y conocer la realidad en la que se encuentran hoy los suelos en el mundo y en San Juan.

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Conservar y proteger

Si partimos de la base que el 62% de la superficie del Planeta es agua y el 38% tierra. Y que de ese 38%, un tercio (12%), se utiliza como tierra de cultivo, mientras que los dos tercios restantes son praderas y pastizales para el pastoreo, conservar y proteger los suelos es necesario y estratégico.

“Si uno ve en el mundo que la superficie de los suelos con aptitud para producir alimentos es muy escueta, muy acotada para una población mundial que ya ronda los 8.000 millones de habitantes, más que nunca toma importancia la conservación y el cuidado del suelo”, comenzó explicando Germán Babelis, ingeniero agrónomo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y edafólogo. “Porque los seres humanos somos cada vez más y el avance sin control y planificación sobre las tierras productivas, preocupa”, aseveró.

Conservar y proteger los suelos significa mantenerlos lo más original posible, con todas sus características físicas y químicas, con toda su materia orgánica.

Babelis contó que previo a la revolución verde, que se inicia allá por finales de 1920 y principios de 1930, había una agricultura muy incipiente y las superficies cultivadas eran relativamente pequeñas, porque la productividad abastecía a la población de la época que era mucho menor a la actual. Pero cuando empieza la revolución productiva y comienza a aumentar fuertemente el consumo de alimentos, las labranzas de los suelos empezó a ser más intensa.

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“Ante esta situación, allá por 1940, en Estados Unidos, empezaron a aparecer diferentes estudios y sistemas de clasificación de los suelos, los cuales permitían ordenar y entender cómo se comportaba cada uno de ellos, en función a las variables climáticas, relieve y demás” explicó. “Y fue a partir de ahí que empezó toda una escuela de minimizar las labranzas que a mediados de 1970, se consolida”.

Primero, apareció una labranza más de tipo minimizada y después, se fue introduciendo la tecnología agrícola que permitió hacer la siembra sin tocar el suelo, evitando la erosión y favoreciendo al proceso de acumulación de materia orgánica, la cual, empieza a aumentar.

“Estar bien o mal respecto al cuidado del suelo va a depender mucho del grado de tecnificación que tenga el país, el grado de desarrollo que tenga”, afirmó Babelis. “Obviamente, los países desarrollados están mucho más avanzados en la tecnificación, en la maquinaria. Han incorporado tierras a la mínima labranza, han mejorado los sistemas de riego y han aumentado la productividad por unidad de superficie, cuidando el recurso suelo”.

Cómo estamos en San Juan

Respecto al cuidado del recurso suelo en San Juan, el especialista consideró que se ha mejorado mucho en esta última década, pero todavía falta mucho.

“Lo que pasa es que se empezó a tomar más en valor el tema de la física de suelo”, dijo. “Se empezó a minimizar las labranzas tradicionales y a tomar conciencia de la importancia de los cultivos de servicio (gramíneas), que son los que acompañan a nuestro cultivo principal, pero que no vamos a obtener una cosecha de él".

El cultivo de servicio tiene como finalidad ablandar el suelo, generar cobertura, generar un mejor microclima para la planta y, fundamentalmente, fijar carbono, porque en ese proceso de fijar carbono, mantenemos el suelo vivo.

Conflicto de intereses

Con relación al avance de las urbes sobre los suelos cultivables, Babelis afirmó que hay mucho conflicto de intereses entre las zonas urbanas, periurbanas y agrícolas.

“Para que esto no siga sucediendo, el ordenamiento territorial tendría que ser un eje en las políticas de Estado”, precisó. “Las zonas periurbanas están siendo cada vez más ocupadas por barrios, por loteos y demás, y no solo se están perdiendo tierras de muy buena productividad, sino también, los productores empiezan a desplazarse hacia tierras con mayores limitantes, sobre todo, en esta provincia, que por las condiciones climáticas, las tierras están degradadas por salinidad”.

Germán Babelis, Ingeniero Agrónomo, especialista de suelos.

Para que quede claro  

"Tanto el agua de buena calidad como los suelos de buena calidad, son recursos escasos. Si los cuidamos, podremos tener muy buena producción de alimentos, sin necesidad de usar fertilizantes, combustibles y demás. Los tiempos están cambiando y ya es una necesidad el manejo eco sustentable de estos recursos".

Dato 1

Desde hace un año el INTA está trabajando en una Cartografía de Suelos a nivel nacional. La misma permitirá conocer la tierra en una escala adecuada para la toma de decisiones sobre el uso para cada caso particular. Estiman a principios del 2024 presentar el mapa.

Dato 2

Aproximadamente el 80% de la superficie de San Juan son montañas y solo un 20%, valles. De este último porcentaje, solo el 3% sería cultivable.

Dato 3

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