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Se negaron a declarar los tres policías que mataron a balazos a un chofer en Villa Crespo
POR REDACCIÓN
18 de octubre de 2019
Los tres policías que mataron a balazos al chofer Claudio Romano el 1 de octubre en el barrio porteño de Villa Crespo se negaron a declarar hoy ante la jueza de la causa, quien ahora tiene 10 días para resolver su situación procesal, informaron fuentes judiciales. El oficial primero Ramón Pérez (39), la inspectora Beatriz Manzanelli (41) y la oficial Daniela López (32) fueron citados a ampliar su indagatoria esta mañana en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 49, a cargo de Ángeles Gómez Maiorano y ubicado en el edificio de Lavalle 1171. De los tres policías, Pérez fue excarcelado el martes por orden de la Sala VI de la Cámara del Crimen luego de que los jueces opinaran que había pasado mucho tiempo detenido sin que se resuelva la situación procesal y que no existía riesgo de fuga ni de entorpecimiento de la investigación. En el caso de Manzanelli y López, están beneficiadas con el arresto domiciliario, porque son madres de niños pequeños. Voceros judiciales indicaron a Télam que si bien hoy vencía el plazo para que Gómez Maiorano resolviera la situación procesal de los tres efectivos de la Policía de la Ciudad imputados, al citarlos a declarar nuevamente vuelve a tener otros 10 días hábiles para definir si los procesa o no por algún delito. La jueza debe definir si actuaron en legítima defensa -caso en el que serán sobreseídos-, o si cometieron algún tipo de exceso y son procesados. En ese caso, las posibilidades pueden ser desde la figura del homicidio con exceso en la legítima defensa o con exceso en el cumplimiento del deber, como el caso de Luis Chocobar (con una pena de 1 a 5 años de cárcel), o la del homicidio cometido abusando de su función como integrante de la policía, contemplada en el inciso 9no. del artículo 80 del Código Penal y que prevé prisión perpetua. El hecho ocurrió alrededor de las 11.30, en Malabia al 900, entre Castillo y Jufré, de Villa Crespo donde dos efectivos de la comisaría 15 B, Pérez y Manzanelli, llegaron a bordo de un patrullero para realizar una citación judicial, y en el lugar había otra mujer policía, López, con la que se pusieron a dialogar. Según lo registrado por los videos, el oficial estacionó el móvil y minutos después Romano, quien trabajaba como chofer para una ART, frenó su Volkswagen Polo detrás, bajó del auto herido en las muñecas y el abdomen, y con una navaja atacó a Pérez través de la ventanilla del patrullero. El oficial resultó lesionado en la mano y el brazo izquierdos y en la región derecha del cuello, por lo que efectuó un primer disparo desde dentro del móvil. El agresor pasó por adelante del patrullero y caminó hacia Manzanelli, quien ya había bajado de la unidad, y recibió en las piernas los primeros tres disparos que lo derribaron. En dos videos se ve que luego Pérez le pegó una patada en la cabeza y que los policías remataron a Romano cuando ya estaba herido en el piso e intentó reincorporarse, 52 segundos después de haber caído por los primeros disparos. Según al autopsia, Romano murió de siete balazos, pero los policías reconocieron en sus indagatorias haber efectuado ocho y la abogada María del Carmen Verdú, de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y querellante en el expediente, afirmó que los tiros fueron nueve. La mayoría de los impactos Romano los tenía de la cintura para abajo y el disparo mortal fue uno en el pecho que le atravesó los dos pulmones y afectó una arteria del corazón. La Justicia investiga también cómo se produjeron las heridas que Romano tenía previas a los balazos -un corte en una muñeca y dos puntazos en el abdomen-, y si fueron autoinflingidas en un intento de suicidio previo. En su primera indagatoria, los policías imputados declararon que le dispararon ocho veces porque lo vieron "enajenado" y que no encontraron otra manera de reducirlo porque temieron por sus vidas.
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