El Gobierno dará de baja a la flota de aviones presidenciales
POR REDACCIÓN
La semana pasada Mauricio Macri decidió que la comitiva argentina que viaja hoy a Davos, Suiza, lo haga en una aerolínea comercial. Pero la de decisión no obedece a un capricho del mandatario ni mucho menos. Fue luego de que el nuevo gobierno recibiera un informe cuyos detalles publicó Infobae hace diez días. En base a esos datos, el Ejecutivo determinó que “no tiene sentido” desembolsar el millonario gasto que requiere poner a punto la obsoleta flota.
Por lo pronto, el jefe de Estado se desplazará en líneas privadas o en aviones alquilados. La aeronave presidencial insignia, el Tango 01, adquirido por el ex presidente Carlos Menem, es un Boeing 757/200 con 23 años de servicio y 11.000 horas de vuelo. Tiene una autonomía de vuelo de sólo 7.222 kilómetros. Es decir que a Europa o los Estados Unidos, por ejemplo, vuela con varias escalas. Reparalo implicaría incurrir en un gasto de más de 20 millones de dólares. Algo que la nueva gestión no está dispuesta a hacer.
Algo similar ocurre con los Tango 02 y 03, ambos modelo Fokker con 32 años de antigüedad. “No se recomienda su reincorporación, por el alto costo operativo, son antieconómicos”, señaló el informe. En la actualidad no existen los repuestos para repararlos.