Antes de julio, OSSE tendrá los medidores para entender por qué San Juan cuadriplica el consumo recomendado

Desde Obras Sanitarias Sociedad del Estado (Osse) producen, para el Gran San Juan, aproximadamente 800 litros de agua por persona cada día. Según Guillermo Sirerol, presidente de la institución, esta cantidad se deriva gracias al cálculo de producción diaria del agua.

El número de la producción oficial de agua está muy lejos del que se estima en las leyes. El Código de Aguas para la Provincia de San Juan, prevé la utilización de alrededor de 150 litros de recurso hídrico por persona. Esta cantidad incluye el agua para consumo humano, los usos domésticos, bebederos de mascotas, riego de jardines, huertas y árboles. Cómo máximo, si el individuo cuenta con red de cloacas, la cantidad sube a 300 litros.

En este sentido, es mucho menor la cantidad que debería gastar una persona por día a la que realmente se destina en la producción. Como consecuencia, Sirerol no descarta que un porcentaje de ese recurso hídrico se pierda en la distribución. Sin embargo, aún no hay un recuento preciso de cuál es el porcentaje de ese recurso que realmente llega a los hogares sanjuaninos y cuál es la cantidad que se pierde debido a las fallas en la distribución. “La cantidad exacta de agua que realmente se consume, a comparación de la que se pierde en posibles rotura del sistema hídrico, se sabrá gracias a las macromediciones que planeamos hacer".

Además del problema de las pérdidas, Guillermo Sirerol manifestó que, desde la institución, apuntan a generar una mayor conciencia en el consumo del agua en la sociedad sanjuanina, a través de la difusión de distintas campañas concientizadoras sobre cómo optimizar la utilización del recurso. 

Las obras destinadas a la macromedición, la clave para saber qué pasa con el agua

Con el objetivo de llevar a cabo las macromediciones, Osse lanzó un proyecto para mejorar la producción y distribución de agua potable en el Gran San Juan. Se trata del programa de "Optimización y Mejoras de la Producción de Agua Potable" que consta de varias obras para lograr producir, medir y distribuir de una mejor manera el agua. Sirerol comentó a DIARIO HUARPE que uno de los objetivos cuantificar de manera precisa cuánto es el recurso hídrico que se consume y cuánto se termina perdiendo en el circuito de producción.

Las zonas a las que alcanza esta medida son Capital, Chimbas, Rawson, Rivadavia, Santa Lucía y el norte de Pocito. En este sector, hay aproximadamente 600.000 usuarios. 

Ante la crisis hídrica que sufre la provincia, desde la entidad toman partido y buscan paliar los efectos de la grave situación. Justamente, para organizar el consumo y distribución de este recurso, se debe medir el agua potable producida en Perforaciones y Planta Potabilizadora de Marquesado.

En el marco del programa, la institución planificó diferentes obras. Una de ellas es la recuperación de algunos equipos disponibles en la red distribuidora. Estos equipos, puntualmente 13, se instalaron en el año 1997 y, tras una serie de relevamientos, se confirmó que no estaban funcionando correctamente. Con este fin es que se repararán los medidores.

Por otro lado, mejorarán tecnológicamente los caudalímetros ubicados en los conductos de salida de la planta potabilizadora de agua de Marquesado. Estos cambios permitirán a las autoridades tener un control preciso de cuánta agua se produce en este lugar.

Por último, se instalarán nuevos macro medidores que se suman a los existentes. Esto es para medir la cantidad de consumo en el Gran San Juan. Sirerol confirmó que se espera que las obras relacionadas al sistema de macromedición concluyan a partir del primer semestre del 2022. En este sentido, el presidente de Osse contó que, en un principio, se trabajará en la red primaria, para luego pasar al entramado de redes secundarias y terciarias. 

Otros proyectos que apuntan a la regulación del consumo domiciliario de agua

En San Juan ya se reglamentó en el Boletín Oficial del Gobierno la Ley 2327A, propuesta por Juan Carlos Abarca.

Esta ley propone optimizar el uso de agua potable en edificios de uso público, es decir, de aquel que reciba personas en su interior.  En la misma línea, busca regular el uso eficiente y ahorro del agua potable.

Por lo tanto, será obligatoria para esta clase de edificaciones  la colocación de sistemas economizadores de agua.

Las estructuras economizadoras del recurso permitirá disminuir su consumo, pero manteniendo el fin higiénico. Entre los métodos de ahorro necesarios, se encuentran: cisternas de bajo consumo, sistemas de recirculización de agua, grifos monocomandos, válvulas regularizadoras de caudal, inodoros con dispositivos de doble accionamiento y mingitorios con poca agua.