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Con biombos y solo familiares directos: así se prepara el penal de Chimbas para reactivar las visitas
Desde el 20 de mayo están suspendidas por la pandemia. La Justicia puso como límite el 15 de junio, pero no descartan prorrogarla.
Por Facundo Merenda
Pasaron 90 días desde que los presos del Penal de Chimbas no reciben visitas por parte de sus familiares. Esto se debió a la cuarentena por la pandemia del coronavirus que se decretó el pasado 20 de marzo a nivel nacional y que tuvo su repercusión en la provincia. Tras ese lapso de tiempo, las autoridades del Servicio Penitenciario Provincial comenzaron a diagramar un protocolo sanitario para que el contacto con sus parientes se pueda ir reactivando en algunos días más.
“Estamos viendo si en un futuro cercano se reactivan las visitas de los familiares a los detenidos. Primero hay que poner en marcha un protocolo sanitario dentro de la institución para estar preparado cuando eso suceda”, dijo a DIARIO HUARPE el director del penal, Javier Figuerola. Agregó que para lograr esa reactivación se tienen que dar ciertas características como el mantenimiento del estatus sanitario de San Juan y que las medidas impuestas garanticen un contacto seguro que evite posibles contagios.
El funcionario contó que están preparando una serie de biombos para colocarlos cuando vayan los familiares a visitar a los internos. Solo se permitirá el ingreso de parientes directos y tendrá que ser una sola persona por detenido. Con eso, las autoridades quieren evitar la aglomeración de personas dentro del penal.
Más allá de esas medidas, Figuerola comentó que a cada persona que ingrese se le tomará la temperatura y deberá responder un cuestionario sobre los contactos que tuvo en el último tiempo. Además, dejarán asentado su nombre en una planilla para llevar adelante un control, no tan solo de quien entra – como ya se venía haciendo – sino para ir formando un antecedente epidemiológico que permita identificar a todos aquellos que fueron en carácter de visita.
Figuerola dijo que sumado a ese protocolo seguirá vigente el uso de alcohol en gel y mantendrán las condiciones de aislamiento dentro de cada pabellón con una distancia de 1,5 metros. Actualmente el Servicio Penitenciario Provincial tiene 1.800 internos entre condenados y procesados, sumado a los presos por delitos federales. A todos ellos, además de las visitas, se les suspendió las salidas transitorias y los beneficios de prisión domiciliaria y libertad condicional. Esto fue para evitar el flujo de ingreso y egreso al penal para frenar los posibles contagios.
El juez de Ejecución Penal, Alberto Caballero, confirmó a DIARIO HUARPE que las visitas de familiares y los otros beneficios están suspendidos hasta el 15 de junio, aunque no descartan prorrogar la fecha de acuerdo a las condiciones sanitarias y al protocolo que elaboró el penal y que deberá ser analizado por el Ministerio de Salud Pública.
Por su parte, Figuerola contó que el clima dentro del penal es “normal” y que “está todo bajo control”. Sin embargo, a fines de abril y principios de mayo se dieron varios motines que terminaron con los presos arriba del techo reclamando las salidas transitorias. En uno de los pabellones se realizó una quema de colchones que finalizó con un preso herido y que falleció a las horas siguiente. Esta semana, por una gresca interna 3 reos fueron hospitalizados: uno de ellos tuvo un puntazo en la frente a la altura de la sien y murió.