Publicidad

Economía > Manuel Otero

Destacan el uso de la bioeconomía como fuente de desarrollo para América Latina

POR REDACCIÓN

01 de noviembre de 2019
El director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, afirmó que "la bioeconomía permite aprovechar la riqueza biológica de la región para potenciar el desarrollo productivo". Otero habló en el marco de la Conferencia de ministros de Agricultura de las Américas 2019, que se desarrolla en San José, Costa Rica, durante la presentación de un informe elaborado por la entidad junto con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sobre el uso de la bioeconomía como motor para el desarrollo del continente. "La bioeconomía tiene la ventaja de promover un desarrollo bajo en carbono y resiliente, aprovecha los residuos de forma rentable, plantea el uso alternativo de la biomasa, genera cadenas de valor sofisticadas en industrias novedosas como construcción, farmacia y de cosméticos, y plantea el uso de las zonas rurales como biofábricas", destacó Otero. Biocombustibles, biogás, utilización de residuos biológicos y desechos agrícolas, textiles derivados de celulosa que reemplazan el uso de plásticos derivados de petróleo, polímeros en base a semillas de aguacate, bioetanol y biotecnología agrícola son algunas de sus aplicaciones actuales en América Latina y el Caribe (ALC). Según el informe, la bioeconomía no solo es una oportunidad para la región debido a su amplia biodiversidad, recursos genéticos, diversidad de paisajes productivos y capacidad para producir biomasa, sino también una necesidad por el reto de encontrar nuevas rutas para un desarrollo rural y agrícola más sostenible e inclusivo. ALC contiene el 50 % de la biodiversidad mundial conocida, 57 % de los bosques primarios y la mayor disponibilidad de tierras para cultivar. La publicación de CEPAL, FAO e IICA presenta una radiografía completa del panorama agrícola y rural de la región. Una de sus principales conclusiones es la urgencia de impulsar el desarrollo rural por su alcance multidimensional: ofrece oportunidades agrícolas, alimentarias y productivas, así como posibilidades para un nuevo desarrollo energético y para enfrentar la pobreza, el hambre y el cambio climático. Sobre la pobreza rural, el documento indica que la región pasó de 45,1 % a 46,4 % entre 2014 y 2017. En cuanto a seguridad alimentaria, el número de personas subalimentadas llegó a 42,5 millones, por el incremento que se viene dando año a año desde 2014, mientras que el sobrepeso y la obesidad afectan al 7,7 % de los niños y niñas menores de 5 años y al 24 % de la población adulta.
Publicidad
Más Leídas
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS