El Cronista > Camino a octubre
El plan de Massa para frenar a Milei y forzar la entrada al ballottage
Sergio Massa apuesta a la polarización con Javier Milei. El libertario recibió respaldo de Mauricio Macri y compite con el electorado de JxC. Mensajes a la tropa peronista para reactivar la campaña.
POR EL CRONISTA PARA DIARIO HUARPE
No hay grieta entre Mauricio Macri y Javier Milei. “Es enorme esta mayoría que quiere un cambio”, le dijo el expresidente al libertario en una de las tantas comunicaciones que tuvo el ganador de las PASO en la larga noche en la que no durmió. En redes sociales, Macri celebró que “Argentina está entrando en un cambio de era” mientras en su propio espacio miraban con preocupación el mapa nacional pintado con los colores de la Libertad Avanza.
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El recelo tiene su justificación: ¿se viene una polarización o, en cambio, una PASO entre ambas fuerzas en octubre con Unión por la Patria enfrente peleando contra los dos? En el desolado campamento del oficialismo advierten: “Es la locura o Massa”.
Tres tercios, con Milei en primer lugar, es el reparto nacional de una Primaria que dejó de pie solo cinco fórmulas presidenciales. Milei solo perdió en ocho distritos, pero Sergio Massa y Patricia Bullrich inclinaron la balanza en Buenos Aires. Juntos por el Cambio tuvo más votos en el interior, mientras que la Primera y Tercera Sección electoral, el anillo del Conurbano bonaerense, se pintaron del celeste de Unión por la Patria.
No hubo ola libertaria en Buenos Aires, aunque en varios distritos ocupó el segundo lugar en las municipales. La ola amarilla del interior bonaerense pinceló las opositoras San Miguel, Tres de Febrero, Vicente López, San Isidro y dos municipios peronistas como Morón y, por poco, Ituzaingó. Apretada por los seis distritos quedó la elección de San Martín, donde Fernando Moreira —más Leonardo Grosso que lo desafió— se impuso por diez puntos de diferencia: 40.95% para Unión por la Patria, 30.76% para Juntos por el Cambio y 22.14% para La Libertad Avanza.
El ministro de Obras Públicas de la Nación, que había trabajado por la unidad antes del acuerdo por la postulación de Sergio Massa, este mismo lunes recorrió una obra, excusa para mandar un mensaje: “Acá no afloja nadie. Nos quieren hacer creer que somos un país fallido, pero tipos como Marcos la pechean todos los días y son el motor que tiene la Argentina”, le dijo a un vecino de Florencio Varela que lo saludó en la obra de pavimentación de la Avenida Juana Azurduy, 27 cuadras que conectan al Parque Industrial con distintos barrios. El video que subió a sus redes, acompañado por el intendente Andrés Watson, pareció más un mensaje a la propia tropa que al posible votante.
Como Katopodis en público, el massismo se rearma detrás de escena, tratando de recomponer los ánimos.
Massa, con doble timón
Instalado desde temprano en el Ministerio de Economía, el ministro responsabilizó al efecto Milei por la caída de los bonos de las empresas argentinas, difundió el anuncio del FMI sobre el envío de u$s 10750 millones e hizo un repaso político sobre la dura jornada electoral.
Para el massismo el segundo puesto que el ministro de Economía sacó en forma individual indica que es el único que puede ganarle a Milei, hipótesis que podría cumplirse si Massa tuvo su piso electoral y el libertario, su techo.
El equipo de campaña de UP apuesta a polarizar con los de color lila. “Es muy importante que Massa haya quedado arriba de Patricia Bullrich”, indicaban tras una noche frustrada y casi seguros de que la candidata de Juntos por el Cambio y el de La Libertad Avanza pelearán por la misma porción del electorado. Encima, Macri juega a dos puntas.
Desde los equipos de Unión por la Patria hicieron difundir un mensaje. “Contra viento y marea, en días muy complicados, dimos la primera batalla y quedamos en carrera”, señalaron y pronosticaron —o pidieron— un urgente realineamiento del peronismo.
De la misma manera, el gobernador bonaerense Axel Kicillof, que ganó en forma individual y como fuerza política, bajó línea a su entorno: “Hay que crecer y asegurar la entrada al ballotage”. En tono más coloquial habló de “romperse el alma los próximos dos meses”.
En tono de autocrítica, reapareció el ministro de Desarrollo con la Comunidad, Andrés Larroque. Dijo que “tenemos que poder hablarle a la gente”, que la economía es “crucial” y se ilusionó con que “la elección de Milei debe haber sorprendido a los propios votantes: una cosa es expresar descontento y otra es llevar a la presidencia a un candidato de estas características”.
El mapa nacional y el bonaerense obligan a una reflexión sobre la propia dirigencia del PJ: la mayoría de los gobernadores desdobló sus elecciones. Por el oficialismo, solo Buenos Aires, Catamarca y Santa Cruz hicieron su elección provincial este último domingo. De las tres solo perdieron en el distrito de los Kirchner, mientras que en el largo calendario del año cayeron derrotados los gobiernos de San Juan, Chubut, San Luis y también Santa Fe y Chaco, aunque en elecciones primarias.
¿Hubiera sido distinto el resultado si todos hubieran votado el mismo día? Es contra fáctico, pero el peronismo está en crisis desde hace mucho tiempo, con un presidente del partido, Alberto Fernández, que no habla con su vicepresidenta Cristina Kirchner.
En ese escenario, Massa necesita reunificar y realinear al PJ y a la alianza UP. Buscará, además, la manera de convocar a una nueva mayoría, con dirigentes o ciudadanos que aporten su voto para frenar el avance libertario. Por eso ya el domingo en su búnker marcó el contraste entre sus propuestas y las de Milei en materia laboral, de educación y sobre el rol del Estado.
En comunión con Juan Grabois
En el mensaje que circuló este lunes de celular en celular, se subrayó que con la definición de quiénes son los candidatos a presidente: Javier Milei, Sergio Massa, Patricia Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman, empieza el segundo tiempo. Y con ese segundo tiempo, una pelea por los votos del gobernador cordobés, los de Horacio Rodríguez Larreta —a quien su adversaria convocará— y por supuesto a consolidar el electorado que en la interna prefirió a Juan Grabois.
La fracción que aportó el líder de Patria Grande hizo más digerible la derrota, con un nada despreciable 10% en Tigre, Mercedes, General Pueyrredón, San Vicente, Avellaneda, Ensenada, Lomas de Zamora, General Rodríguez, Hurlingham, entre otros. En Ensenada, el municipio de Mario Secco, duplicó a Horacio Rodríguez Larreta con 15.05% de los votos, mientras que en promedio en el Conurbano llegó a 9.6%, similar a lo que logró el jefe de gobierno porteño en Moreno, Avellaneda o Presidente Perón. En Villa Fiorito, el barrio de Diego Armando Maradona, sacó 10% y en la Ciudad, 7,13.