En medio del juicio, inspeccionaron de nuevo la casa de la mujer quemada por su hijo

Tras la primera audiencia del juicio contra Juan Eduardo Echegaray de 29 años, acusado de rociar con alcohol a su madre adoptiva y prenderle fuego con claras intenciones de matarla, se llevó a cabo la inspección ocular en el lugar del presunto femicidio. La semana pasada los jueces del tribunal, la fiscal Marcela Torres y la defensora oficial Mónica Sefair asistieron a la escena del crimen para conocer en detalles lo que sucedió el 29 de noviembre de 2018.

El juicio transcurre por su segunda semana de audiencias y lejos está de concluir. Para la semana que viene se espera que sean los alegatos, dijeron fuentes judiciales. Antes de que inicie el debate, estipularon la declaración de 30 testigos además de la presentación de informe del médico legista, forense y de Bomberos.

El viernes 17 de septiembre fue el momento más duro del juicio. El tribunal de la Sala 2 de la Cámara Penal y Correccional, compuesto por Silvana Rosso de Balanza, Maximiliano Blejman y Víctor Muñoz Carpino, asistió junto a las partes a la casa de Liliana Loyola, en el barrio Aramburu, en el departamento Rivadavia. Allí reconstruyeron el supuesto crimen que inició en la cocina y terminó en la ducha del baño, con Echegaray apagando el fuego que consumía a su madre. El hombre declaró en la investigación que todo fue un accidente, pero las pericias lo desmintieron. 

En la primera semana del juicio declararon los vecinos de Loyola, que complicaron al detenido. Dijeron que el joven trataba muy mal a la mujer y hasta hablaron de violencia de género. También habló el hermano de la víctima, Esteban Echegaray. Ante el tribunal, el testigo dijo que su hermana le confesó agonizando que fue su hijo adoptivo que la roció con alcohol y le prendió fuego. 

Echegaray siempre se aprovechaba del carácter débil de su madre para sacarle dinero, que usaba para comprar droga.  Ese día, aparentemente, la mujer no le quiso dar plata y por eso el hombre reaccionó de manera brutal. El joven está complicado. Si bien tiene varios antecedentes penales, esta vez afronta el más grave: femicidio agravado por el vínculo. Podría recibir una pena de prisión perpetua en caso de ser condenado.