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Política

En un operativo inédito, la Justicia local manda a destruir cerca de 1.400 armas

Fueron utilizadas para cometer delitos, se secuestraron como elemento de prueba y ahora serán compactadas y fundidas. La tarea se repetirá periódicamente.

29 de agosto de 2019

Menos de un año le llevó al Poder Judicial provincial rescatar e inventariar las armas de fuego que estaban regadas por distintos juzgados como prueba de la comisión de delitos ya resueltos o prescriptos. Son poco menos de 1.400 y la semana que viene serán enviadas a destruir en un operativo que no registra antecedentes. El trabajo se hacía antes a cuenta gotas, no tenía continuidad y en Tribunales estaban apiladas en distintas oficinas sin estrictas medidas de seguridad, con el peligro que eso conlleva. Tan es así, que aún está fresco en la memoria el robo de pistolas del mismísimo palacio de Tribunales que sucedió hace seis años.

Las armas están en manos del Poder Judicial, porque en su momento fueron secuestradas como objeto de prueba contra los delincuentes que las empuñaron. Esos casos se cerraron y ya no tiene sentido que sigan existiendo.

La primera destrucción masiva se hará el próximo martes e incluye exactamente 1.369 armas de distintos tipo y calibre. El Poder Judicial se las entregará a la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), para que primero las compacte y luego las someta a un proceso de fundición.

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El trabajo previo comenzó en noviembre de 2018 por lineamientos de la Corte de Justicia. Las armas se encontraban en los juzgados Correccionales, de Instrucción, de Menores y algunos de Paz y la tarea consistió en identificarlas, hacer un inventario y finalmente trasladarlas a un galpón que tiene custodia permanente, a la espera de ser destruidas.  

Muchas estuvieron durante décadas en los edificios judiciales y como no había un lugar seguro donde guardarlas ni una política permanente de descarte, permanecían en oficinas de los juzgados o los despachos de los jueces. Para peor, en muchos casos a la vista y la mano de cualquiera sin ningún cuidado.

Algunas son de causas que se tramitaron hace 30 años, aseguro ayer el Secretario Administrativo de la Corte, Javier Vera. El mayor peligro era que, sin estar debidamente custodiadas, fueran robadas y volvieran al circuito delictivo. Ese temor se convirtió en realidad en 2013, en un vergonzoso episodio en el que desaparecieron 5 pistolas semiautomáticas de un juzgado (ver Escándalo).

Según dijo Vera en radio Estación Claridad, las únicas armas que permanecerán en las dependencias judiciales son las que necesitan ser peritadas en causas que están activas. A juzgar por sus palabras, son un puñado en comparación a las que había: “Cinco o seis en cada juzgado Penal”.

Continuidad

El próximo paso que dará la Corte es repetir el relevamiento en las comisarías y subcomisarías, para que las armas incautadas que se encuentran allí sigan la misma suerte. “Son entre 500 y 700”, calculó ayer Vera, quien agregó que si no hay demoras, debería estar todo listo entre septiembre y octubre.

Para no caer en la misma de siempre, cuando reinaba la anterior conformación de la Corte, la idea es que este tipo de operativos se repita periódicamente. Que la destrucción sea permanente. Según Vera, los actuales cortistas definirán cada cuánto.  

Escándalo

Lo que se suponía que era improbable, terminó sucediendo. Entre el viernes 27 y el lunes 30 de septiembre de 2013, del edificio 25 de Mayo desaparecieron, al menos, 5 pistolas semiautomáticas que habían sido secuestradas en distintos operativos policiales.

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Estaban en cajones del Juzgado de Instrucción N° 1 y se supone que el vidrio de cierre de la Mesa de Entradas estaba roto y que por ahí ingresaron los ladrones. Las pistolas eran aptas para el disparo.

Dato

Las armas serán convertidas en metal que luego se venderá y el producido será donado al Hospital de Pediatría Garraham. 

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