Política > Hostigamiento
La oposición de Venezuela alertó la mala situación de la Embajada de Argentina
La Plataforma Unitaria Democrática exige una solución urgente para los disidentes asilados en la Embajada de Argentina, que enfrentan graves dificultades bajo la persecución del régimen de Maduro.
POR REDACCIÓN
La situación de los opositores asilados en la Embajada de Argentina en Caracas ha sido calificada como “alarmante” por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que exigió una respuesta inmediata del régimen de Nicolás Maduro. Desde el 20 de marzo de 2024, un grupo de disidentes chavistas busca asilo en la sede diplomática, pero ha enfrentado hostigamiento constante por parte de las fuerzas de seguridad del gobierno venezolano.
La PUD denuncia que los asilados viven en condiciones extremas. Desde hace más de dos meses, la Embajada sufre un corte de suministro eléctrico, tras la retirada de los fusibles por parte de la empresa estatal. Esto ha obligado a los disidentes a depender de un generador eléctrico de emergencia, que utilizan de forma racionada para garantizar mínima conectividad.
El acceso a servicios esenciales como agua, alimentos y medicamentos se ha visto gravemente restringido. Los únicos suministros que pueden llegar son los traídos por civiles, quienes también son objeto de amenazas y asedio por parte de la policía chavista. Desde noviembre, el régimen ha intensificado las restricciones, impidiendo incluso el ingreso de camiones cisterna con agua potable.
La situación se agrava cada día, y la PUD ha instado a los miembros del cuerpo diplomático a verificar las condiciones en el lugar. A pesar de las denuncias, no ha habido avances significativos para encontrar una solución. Los opositores requieren que el gobierno venezolano emita salvoconductos para poder abandonar el país, ya que, hasta ahora, las autoridades han negado esta posibilidad.
El grupo de disidentes, acusado de conspiración y traición a la patria por el régimen, ha sido objeto de una persecución política debido a su colaboración con la opositora María Corina Machado. Mientras tanto, la presión sobre la Embajada argentina continúa, con la complicidad del gobierno de Maduro en lo que se describe como una “grave violación de derechos humanos”.