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Opinión > Historias

Las rezadoras

Se trata de prácticas y rituales populares relacionados con la religión. Las rezadoras, eran figura común sobre todo en las zonas rurales.

Nuestra religión popular tiene las más variadas particularidades las cuales generan  variadas prácticas y rituales. Muchas de ellas alcanzan permanencia en el tiempo en relación con su institucionalización en la conciencia de la comunidad. Ciertas tradiciones religiosas argentinas que se originaron en el periodo colonial aun subsisten en la actualidad poseyendo su propio espacio sobre todo en las zonas alejadas de la urbe. En este espectro podemos mencionar a agentes especializados en cumplir determinadas funciones como lo son las “rezadoras”, también llamadas en otros países “santiguadoras”, aunque estas últimas además se las relaciona con practicas del curanderismo.

Estas personas, facultadas para practicar ciertas mediaciones en nuestro sistema de creencias como lo son oraciones, rogativas o novenas, emitir discursos de signo religiosos etc., son considerados rezadores de oficio y generalmente son mujeres, pudiendo ser jóvenes o ancianas  que se sienten “llamadas” por propensión sobrenatural a ejecutar su rol.

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Corrientemente existen estas rezadoras en cada localidad o “pago”, también se dice que antiguamente solía haber en las estancias, y según los registros y diferentes testimonios no reciben paga alguna por sus servicios, en compensación Ricardo Rojas señala:“reciben un trato preferencial como puede ser las mejores colaciones , el mejor chocolate o un sitio especial en la mesa de una fiesta, donde concurre el señor cura o alguna autoridad...”.

En las regiones rurales es común que ante posible inclemencias climáticas las “rezadoras” pronuncien invocaciones a determinados santos, las cuales con frecuencia toman forma de sencillos versos, como este que se declama en el noroeste argentino:...yo no le temo  a la muerte, ni al rayo ni a la centella, porque me habrá de librar Santa Bárbara doncella...". En San Juan tienen plena vigencia, por ejemplo en la zona andina, departamento de Iglesia. En este sitio, la novena rezada durante la festividad a la Virgen del  Carmen-mes de julio-en la histórica capilla de Achango, es prácticamente "dirigida" por una rezadora.

Del mismo modo estas personas  pueden ser requeridas cuando los familiares de un enfermo  agonizante observan que es inminente el momento del fallecimiento. A través de oraciones “ayudan” al aquejado a tener una “buena muerte”  y la vez consuelan a los afligidos deudos. 

 

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