Provinciales
Marcelo Orrego y su feliz niñez: fútbol, judo y más juegos en el barrio
En una tierna entrevista con los pequeños conductores de Yo Te Invito, Felipe e Isabella, el gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, compartió anécdotas de su infancia en Santa Lucía, habló sobre su familia, sus juegos favoritos y su amor por el deporte.
POR REDACCIÓN
En la previa del Día del Niño una entrevista al gobernador Marcelo Orrego contó lo que recuerda de su infancia. La principal autoridad de la provincia participó en el programa Yo Te Invito. Allí, los anfitriones fueron dos pequeños sanjuaninos, Felipe e Isabella, que no solo lo invitaron a compartir una chocolatada, sino que también se animaron a preguntarle de todo.
“Yo tuve una infancia feliz, pero si tuviera que elegir un recuerdo en especial, siempre me imagino en familia, porque hoy no me toca tener a mi papá ni a mi mamá físicamente, siempre están en mi corazón. Siempre están en mis recuerdos, disfrutando en familia con mis hermanos, que en ese entonces la única preocupación que teníamos era divertirnos, pasarla bien”, respondió Orrego con una sonrisa cargada de nostalgia.
El actual mandatario nació en Santa Lucía, y su niñez la vivió en el barrio José María Cortez, un lugar de familias trabajadoras que, según relató, no tenía plazas en aquel tiempo. “Como no había, siempre pasaba mi tiempo entre la plaza de Santa Lucía y el Club Atlético de la Juventud Alianza. En esa época no existían los celulares, las redes, solo había teléfonos fijos. Jugábamos al fútbol, a la payana, al yoyo, a las balitas… A veces con poco éramos muy felices”, contó con emoción.
También recordó la importancia que el deporte tuvo en su vida, en especial dos disciplinas que marcaron su niñez: “Me gustaba mucho jugar al fútbol y al judo. Esas dos cosas me marcaron mucho. El deporte en general y, entre el judo y el fútbol, tuve la oportunidad de viajar mucho. Llegué a ser campeón sanjuanino de judo, campeón argentino y campeón sudamericano. Gracias a eso pude conocer otros países y representar a mi provincia”, relató con orgullo.
Antes de despedirse, compartió otra de sus pasiones: los juegos de mesa. “Me gustaba mucho el ajedrez. Es una disciplina espectacular que te hace pensar, imaginar, tener estrategias. Para mí el ajedrez es un arte y estaría muy bueno que se enseñe en las escuelas el día de mañana”, dijo, dejando abierta una reflexión que une la niñez con la educación.
La charla con Felipe e Isabella mostró el costado más humano del gobernador, aquel niño que alguna vez jugó en las calles de Santa Lucía, que soñó y que, con esfuerzo y pasión, logró cumplir metas.