Provinciales > Reclamo
Más de 100 trabajadores textiles pidieron por mejores condiciones laborales
Entre los reclamos está la falta de pago de horas extras, la recategorización, entre otros.
Por Eliana Ruiz
Unos 110 trabajadores de la sociedad Campamento S.A., que se encarga de realizar la ropa Ansilta, iniciaron junto a dos abogados un reclamo en la Subsecretaría de Trabajo debido a las condiciones laborales de la fábrica ubicada en Santa Lucía.
Entre los principales ítems del reclamo está la falta de pago de las horas extras, el pedido de una recategorización según las tareas a las que se dedica cada operario, un cambio en la forma en la que se tiene en cuenta la productividad para brindar un monto extra y que no haya represalias contra quienes están llevando adelante esta medida.
Rubén Torres, de 32 años, es uno de los trabajadores de la Fábrica Ansilta que está pidiendo mejoras. En diálogo con DIARIO HUARPE explicó cada una de las solicitudes que él y sus compañeros de planta están llevando a cabo.
Con respecto al pago de horas extras, comentó que hay personas que trabajan hasta 12 horas “sin ser bien remuneradas e inclusive algunas en turno nocturno”. Principalmente son quienes se encargan del bordado y confección de las prendas. Aunque hace una semana dejaron de realizarlas debido al reclamo colectivo que iniciaron.
En la fábrica actualmente están trabajando de lunes a viernes ocho horas y media. Aunque generalmente son nueve horas, se redujeron treinta minutos por el protocolo Covid.
“Nosotros ganamos $85.35 la hora. Mi recibo de sueldo con 10 años de antigüedad, trabajo desde el 2010 en la empresa, no supera los $25.000, es una burla”, dijo Rubén.
Uno de los segundos puntos que piden es la recategorización porque, según el trabajador, “la empresa tiene a casi todos los operarios con la misma categoría de `media oficial´”. Esto ocurre a pesar de hay una gran cantidad de personas que están allí hace 10 años o más. Con la categorización genérica que realizan, no reciben las remuneraciones exactas a las tareas que llevan a cabo.
Además, protestan por el adicional por productividad que asciende a $2.600 y sólo se los abonan cuando cumplen con esta categoría en un 95% lo cual “nos estresa psicológicamente” y “es muy difícil de cumplir” debido a las condiciones que exigen. Rubén ejemplificó la situación: “Cada prenda que se hace tiene un tiempo de realización. Por ejemplo, si ensamblar una capucha tiene un tiempo de 10 minutos de realización, lo que la empresa hace es cronometrar el tiempo y esos 10 minutos los deja en 7 en los que hay que hacer la actividad. Después va un supervisor que pide que lo realicemos en menos, en 6 minutos, ellos toman el tiempo arbitrariamente”, explicó el operario.
Debido a esto, dijo que no pueden cumplir con la productividad a pesar de que se esfuercen en ello. Incluso, aseguró que tuvo compañeras que tratan de ir la menor cantidad de veces posibles al baño para no perder tiempo ni recibir retos. “Si se paran al baño les preguntan por qué lo hicieron tantas veces, por esto hay personas que tienen infecciones urinarias”.
Los trabajadores pidieron que no haya represalias por esto, ya que antes eran suspendidos cada vez que hacían los pedidos de mejoras en las condiciones laborales.
Como hasta el momento no tuvieron respuestas, decidieron presentar estos problemas ante la Subsecretaría de Trabajo. Ahora, esperan que se abra una instancia conciliatoria y que se llegue a una pronta solución para que termine este conflicto.