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Provinciales > Historias de carnaval

Maxi, del Carnaval de Chimbas al de Gualeguaychú

Baila desde los 14 años.

07 de marzo de 2020

Bailar en las comparsas fue un sueño que desde niño tuvo Maximiliano Agüero. En su infancia no se animaba a contarlo hasta que a sus 14 años lo reveló. Empezó bailando en el Carnaval de Chimbas y en febrero, a sus 24 años, llegó hasta Gualeguaychú.

“Quiero que cada una de las personas que tiene un sueño vea que nada es imposible cuando uno se lo propone y cuando tienen el coraje de perseguirlo”, dice Maximiliano.

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El joven creció viendo a su prima, Jenifer Agüero, participar de una comparsa. Ese mundo lo atrapó desde niño pero le costó tiempo revelar el sentimiento. El impulso que tuvo de su tía Adriana fue fundamental para contarles a sus conocidos sobre su pasión.

A los 15 comenzó a participar del Carnaval de Chimbas. Asegura que cada uno de esos espectáculos le “llena el corazón” porque recibe mucho cariño de los sanjuaninos.

Sus objetivos comenzaron a crecer y fueron incentivados con sus logros. En el 2013, a sus 17 años, y en el 2019, con 23, fue elegido mejor bailarín juvenil del principal carnaval de la provincia. Él tenía un sueño que cumplir: participar del carnaval de Gualeguaychú. Y trabajó para eso.

El año pasado fue parte del corso de Angaco. Allí hubo bailarines de las comparsas de Entre Ríos que participaron. Se sacó fotos con ellos, las subió a sus redes sociales y comenzó a entablar conversaciones con algunos de sus integrantes.

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Fue Lucía Betancur la bailarina que le dijo que podía ayudarlo a cumplir lo que tanto anhelaba. Hizo algunas averiguaciones y en julio del año pasado le llamó para darle la gran noticia: Maxi iba a integrar la comparsa Ara Yevi en el carnaval más grande del país.

Con esa novedad llegó también la hora de ahorrar porque tenía que costearse el viaje solo.

Así fue que guardó la mayor cantidad del salario que cobró como encargado de un local de accesorios de moda céntrico.

Llegó febrero del 2020 y para abaratar costos se quedó en la casa de Betancur.  El 19 de dicho mes ya estaba allá. Tuvo que llegar antes para aprenderse y practicar las coreografías.

“Me recibieron muy bien, la organización me atendió muy bien en todo lo que es peinado, maquillaje, trajes,  en las coreografías, me trataron como a un integrante más”, cuenta.

El 22 debutó en el carnaval de Gualeguaychú. Y no solo bailando. También tuvo la oportunidad de vivirlo desde una carroza, experiencia que describe como “increíble e inolvidable” porque “podía ver todo con detalle”.

“Sentí una adrenalina increíble, la gente se copaba muchísimo, bailaba con vos la coreo, cantaba las canciones, fue hermoso”, recuerda sobre los días en los que participó, 22, 23 y 24 de febrero.

Anoche volvió a calzarse el traje con plumas y perlas para el carnaval de su adolescencia, el de Chimbas. “Yo disfruto a pleno estas experiencias, la gente te demuestra mucho cariño, te alienta, te pide fotos y eso es hermoso”, cuenta en una entrevista telefónica. En cada una de sus frases transmite la pasión que siente al bailar. Hoy y mañana volverá a hacerlo en la comparsa Rayuela en el carnaval chimbero.

 

 

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