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Muerte de Lucía Rubiño: el desgarrador testimonio de Belén, su madre
POR REDACCIÓN
En una carta conmovedora, Belén Montilla, la madre de Lucía Rubiño, expresó su pesar por no haber cambiado las cortinas amarillas que "tanto desagradaban" a su hija. Además, confesó que no ha tenido la fuerza para ordenar la habitación de la chica de 16 años que fue atropellada por un auto conducido por un menor de edad en el interior del barrio Profesional de Rivadavia, temiendo que el perfume de su hija se desvanezca si entra demasiado. La mujer expresó que lucha por la justicia tras la trágica partida de su hija. En sus palabras, reveló el dolor de una pérdida que "podría haberse evitado".
Según las palabras de Belén, Odín, el perro de la familia, se la pasa olfateando cada rincón de la casa buscando a Lucía, ya que él también la extraña. En medio del caos de la habitación que tenía la joven de 16 años, Belén afirmó que la última vez quedó desordenada, y en ese caos, “entre las sábanas, encontré el regalo del Día de la Madre”.
La pérdida de la joven bailarina ha afectado profundamente la vida de Belén, quien se pregunta a través de la carta compartida en redes sociales si podrá volver a crear sin su hija, ya que Lucía era su musa. La ausencia de Lucía se siente injusta, y Belén pasa los días y las noches repitiendo mantras para calmar su mente, aunque aún no ha encontrado consuelo.
“Apagaron mi voz, mis reacciones y mi risa. Me muevo por inercia con la fuerza que me dan Simón, Mari, mi familia y mis amigos. No podés imaginar, gordita, el amor que me brindan. Ellos están igual que yo, pero sacan fuerzas que no tienen para sostenerme”, agregó.
Al mismo tiempo, Belén mencionó a las amigas de Lucía, incluida Luli, porque ellas y los conocidos de la familia claman por justicia. En su testimonio, Belén manifestó que hasta ahora no podía pedir justicia, porque no podía comprender la magnitud de lo sucedido. Sin embargo, ahora exige justicia y pide que la ayuden a obtenerla.
“Yo nunca lo imaginé, no a mí. Cuando pasaba, lo miraba desde lejos, y hoy, con tu papá y tu hermano, estamos aquí. Les aseguro que es imposible de entender”, agregó.
De acuerdo a sus palabras, Belén ha aprendido a lidiar con la pérdida cuando la vida le arrebata a un hijo, pero se niega a comprenderla cuando podría haberse evitado. No quiere seguir preguntándose "¿por qué?", y ahora se cuestiona "¿para qué?". Quizás una de las respuestas sea que estas tragedias ocurran con menos frecuencia, ya que evitarlas por completo parece una utopía.
“Hoy no es tu cumpleaños ni es 15, ni nada de eso. Hoy es un terrible día más sin vos. Sí, podría haberse evitado”, cerró.