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Provinciales > A un mes de su muerte

Organizan un homenaje para el doctor "Sepu", el médico que se ganó el corazón de los vallistas

Este 5 de agosto se cumple un mes de la muerte del doctor que se caracterizó por responder consultas hasta en el río o la plaza para no dejar preocupados a los vecinos.

05 de agosto de 2021

Corría el año 1994 y el doctor Miguel Sepúlveda dejaba la Capital de San Juan para radicarse en Valle Fértil y ayudar a los vecinos de esa comunidad. La primera que lo recibió fue la doctora Ángela Vega junto a su padre. Lo hicieron con sánguches de jamón crudo que los tres compartieron mientras charlaban. Ese fue el inicio de una gran amistad que se forjó entre los pasillos del hospital vallisto, donde ambos trabajaban. El 4 de julio del 2021 compartieron una última comida juntos, un pastel de papa, ya que el 5 de julio Sepúlveda falleció de forma repentina por un paro respiratorio. A un mes de su partida, Vega comenzó a organizar un homenaje para su querido amigo, una misa en las puertas del hospital donde el médico trabajó durante tantos años.

El doctor "Sepu", así lo llamaban en el Valle. En la plaza, en el dique o en el río, cada vez que alguien se lo cruzaba seguro le hacía alguna consulta médica que él respondía con toda la amabilidad. Cuando no era la lectura de unos análisis, era una pregunta por algún síntoma o la enfermedad de un familiar. El doctor Sepu respondió cada una de las consultas, a pesar de que no estuviera trabajando.

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En el hospital atendía los días jueves y, según comentó la vecina Beti Pizarro, eran muchos los que se aguantaban los dolores para poder consultar con él. Generalmente, los pacientes que iban eran varios y el médico atendía a todos, a pesar de que se cumpliera su horario de finalización.

“Lo primero que rescato de él es que apostó a vivir en Valle Fértil y a adaptarse como un vallista más. Fue extremadamente comprometido con la atención, a pesar de que siempre había un cupo para atender, él pedía que no fuera nadie”, recordó la vecina Beti Quiroga.

“Siempre tenía tiempo de escuchar y de hacernos sentir bien con palabras y bromas”, agregó.

El doctor falleció el 5 de julio. Foto: gentileza.

En el caso de Betina, lo recuerda como el médico que le salvó la vida. Es que hace un tiempo le colocaron una inyección con un medicamento al que ella era alérgica, pero no lo sabía, y fue Sepúlveda quien la trató. “Se pasó toda la noche yendo a la habitación para ver cómo estaba”, recordó.

Tanto ella como los vecinos recuerdan algo que definen como “maravilloso” y es que se sabía el nombre de cada uno de sus pacientes.

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Además, se caracterizaba por su solidaridad. Por ejemplo, con la ayuda que brindaba en las actividades que hacían algunas mujeres pertenecientes a la cooperadora del hospital para recaudar dinero que luego destinaban a refacciones. Una de ellas era una peña en la que el doctor Sepu se encargó de la fritura de los pasteles. “Se agachaba al fuego y se quemaba las pestañas friéndolos, sin necesidad alguna porque él tenía su sueldo”, contó Betina.

De esa forma juntaron dinero para pintar el hospital, poner cubrecamas, ventiladores de techos y hasta recolectaron ropa para bebés recién nacidos.

“Este doctor hizo mucho más de lo que le correspondía y lo hacía porque quería el hospital y a sus pacientes”, dijo la mujer.

El 15 de julio harán una misa en honor al doctor. Foto: gentileza.

Mientras que, la doctora Vega lo definió como “sumamente amable y un profesional con mayúsculas”. Es por ello que el día de su muerte, el 5 de julio, fue un golpe muy fuerte para los vallistas.

Con el fin de homenajearlo, este 5 de agosto harán una misa en su honor en la Ciudad de San Juan. Luego, el 15 de agosto, día en el que cumpliría años, Vega está organizando una misa que realizarán en las puertas del hospital que durante tantos años supo atender el doctor Miguel Sepúlveda.

Salidas por las sierras para atender pacientes

Cada una de las sierras de Valle Fértil el doctor Sepúlveda las recorrió atendiendo pacientes. Muchas veces iba a lomo de mula, pero colmado de energía y alegría para poder ayudar.

La doctora Vega recuerda una salida en especial. Comenzaron la mañana a las 9 para cumplir con el cronograma de salidas al campo así que salieron con destino a La Majadita donde estuvieron hasta las 12. Cuando regresaron, la directora del hospital les dijo que debían salir a atender a Los Bretes, que está a unos 20 kilómetros del pueblo y sobre las sierras. “Es un ratito, van y vuelven”, les dijo, aunque el equipo médico sabía que les esperaban varias horas de trabajo. A pesar de ello, Sepúlveda iba con una sonrisa.

“Siempre era una entrega y atención con sus pacientes, les cantaba, hacía chistes y silbaba con gran cariño. Por eso todo el pueblo de Valle Fértil lloró la partida de este médico, amigo y vecino que llego al pueblo para enaltecerlo”, cerró la doctora Vega.

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