Política > Desgarrador testimonio
Una argentina contó el infierno que vivió tras ser prisionera de Hamás
Clara Marman habló de lo que padeció cuando estuvo presa de la agrupación islámica.
POR REDACCIÓN
Clara Marman, una de las argentinas liberadas tras el secuestro perpetrado por Hamas durante el ataque a Israel el pasado 7 de octubre, brindó un desgarrador testimonio sobre su experiencia en cautiverio. En una entrevista exclusiva para Radio Mitre, la mujer revivió los momentos de terror y angustia que vivió junto a sus familiares en la ciudad de Rafah, dentro de la Franja de Gaza.
“La sensación es que todavía seguimos secuestrados”, afirmó Marman, dejando en evidencia el profundo impacto psicológico que dejó en ella la experiencia. La argentina relató que, junto a su pareja Luis, su hermano Fernando, su hermana Gabriela, su sobrina Mía y su perra Bella, fueron brutalmente sacados de su hogar en el Kibutz, ubicado a tan solo tres kilómetros de Khan Younis.
TE PUEDE INTERESAR
“Nos han llevado por un túnel, en una caminata muy brusca entre cuatro y cinco horas”, describió Marman, graficando la crudeza de su secuestro. Una vez en Rafah, fueron confinados en un departamento donde convivieron con sus seres queridos, pero también con cinco secuestradores armados que los mantenían bajo constante amenaza.
“No tuvimos ningún tipo de agresión física, pero había mucha agresión psicológica. Estábamos todo el tiempo temblando de miedo porque nos amenazaban con sus armas; o nos pasaban de costado con cuchillo”, expresó Marman. A pesar de las difíciles condiciones, la mujer destacó la importancia de la unión familiar como sostén durante el cautiverio. “Convivir los cinco juntos nos apoyó mucho para salir adelante”, afirmó.
TE PUEDE INTERESAR
Sin embargo, la falta de libertad y la incertidumbre fueron los aspectos más difíciles de sobrellevar. “La incertidumbre más grande de estar en cautiverio es no tener libertad y no poder decidir absolutamente nada, incluso tener que pedir permiso para ir al baño”, reveló Marman.
La falta de asistencia médica y medicamentos agravó la situación. “Somos personas adultas, que tenemos medicamentos que tendríamos que haberlos agarrado diariamente y no los recibimos”, señaló la argentina. En cuanto a la alimentación, Marman contó que los secuestradores habían acumulado provisiones, pero estas se agotaron rápidamente. “En los últimos días, fue solamente pita, pan árabe y agua”, detalló.