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Una argentina explora una de las playas más peligrosas del mundo y advierte los riesgos

Desde 2020, María Jimena Martínez, una argentina de 32 años, reside en Islandia y comparte en sus redes sociales las maravillas naturales del país, incluyendo una de las playas más peligrosas del mundo. 

Por Mauro Cannizzo
07 de marzo de 2025

Desde 2020, María Jimena Martínez, una argentina de 32 años, reside en Islandia y comparte en sus redes sociales las maravillas naturales del país, incluyendo una de las playas más peligrosas del mundo. Una de sus experiencias más impactantes ha sido la visita a Reynisfjara, una playa de arena negra en el sur del país, conocida tanto por su imponente belleza como por sus peligros ocultos. Ubicada cerca del pequeño pueblo de Vík í Mýrdal, esta playa es una de las más visitadas por turistas, aunque los locales rara vez la frecuentan.

La principal amenaza en Reynisfjara son las llamadas "sneaker waves", olas impredecibles que pueden avanzar varios metros sin previo aviso. Estas olas han causado numerosos accidentes, algunos de ellos mortales. "Hubo personas que perdieron la vida por intentar tomarse una selfie demasiado cerca del agua", señala Jimena, quien insiste en la importancia de respetar las advertencias de seguridad en la playa. A pesar de los carteles y semáforos que indican el nivel de riesgo, muchos visitantes ignoran las precauciones.

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Los riesgos de una de las playas más peligrosas del mundo

El atractivo de Reynisfjara radica en su singular paisaje: una extensión de arena volcánica, majestuosas columnas de basalto y formaciones rocosas que emergen del mar. La combinación del viento, el sonido de las olas y la presencia constante de aves marinas crean un ambiente sobrecogedor. "La primera vez que llegué, me impactó el contraste entre la arena oscura y el mar embravecido", describe Jimena, quien documenta estos paisajes en su cuenta de redes sociales.

Uno de los puntos más concurridos es una estructura de piedras donde muchos turistas intentan escalar para obtener la mejor foto. Sin embargo, Jimena advierte que el clima en Islandia es altamente impredecible. "En minutos, el cielo puede nublarse, la temperatura descender y el viento volverse huracanado", explica. Recientemente, una fuerte marea cubrió toda la playa y alcanzó el estacionamiento, demostrando la ferocidad del mar.

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Para aquellos que desean visitar Reynisfjara, Jimena recomienda hacerlo en verano, cuando hay más horas de luz y las condiciones son más favorables. "En invierno, la luz solar apenas dura unas pocas horas, lo que limita mucho el tiempo para recorrer la zona con seguridad", afirma. Finalmente, recuerda que Islandia no es un destino de playas para nadar o tomar sol, sino un lugar para admirar la naturaleza con respeto y precaución. "No es como Mar del Plata. Acá, ir a la playa tiene otro significado", concluyó.

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