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A contrarreloj, continua la limpieza del Dique Ignacio de la Roza
Los operarios empezaron a remover material de arrastre, que llevaba décadas acumulándose. De esta manera, esperan que la obra hídrica sea más eficiente.
Por Carolina Putelli
A dos semanas del inicio de la limpieza histórica del Dique Ignacio de la Roza, las máquinas siguen avanzando para poder retirar toneladas de material de arrastre y sedimento que dificultaban el funcionamiento de la obra hídrica. El trabajo es contrarreloj, ya que deberán cortar con la tarea antes del inicio del riego de temporada, que será el próximo 14 de agosto.
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El dique, una de las primeras grandes obras hídricas sobre el río San Juan, cumple la función de regular el agua que va a los canales. Pero, además, sus decantadores permiten que a la red no lleguen sedimentos que afectan los caudales y también van erosionando el sistema.
Una limpieza a fondo puede extender la vida útil de los sellos de las 20 compuertas y de las compuertas en sí mismas, que es la reparación que se hace habitualmente en el dique. Además, si estos cierres fallan, se pierde agua que luego no llega a ser distribuida para el riego.
Estos decantadores, que funcionan dejando pasar el agua y reteniendo el material sólido, fueron llenándose con las décadas y van perdiendo su funcionalidad. Desde el 20 julio la Dirección de Hidráulica inició un trabajo histórico para retirar todo lo acumulado, devolviéndoles su capacidad original.
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Ramiro Cascón, secretario de Agua de la provincia, explicó a DIARIO HUARPE que al inicio de la tarea sabían que iba a ser un proceso largo, pero que al empezar se encontraron con material de arrastre que podría ser previo a la construcción del embalse de Ullum. Esto lo pueden saber por qué el tamaño de las rocas indica que no podrían haber pasado por la actual represa.
“El sistema está previsto para que vaya desagotándose y limpiándose cuando se hacen tareas como la limpieza del descargador de fondo”, explicó el funcionario. Pero con los años esta capacidad fue perdiéndose y en algunas partes encontraron con sedimentos de más de dos metros de altura.
El primer paso fue la depuración del descargador de fondo de Ullum. Se trata de la válvula de seguridad del embalse, que una vez al año debería accionarse para que arrastre los sedimentos y rocas y queden otra vez operativo al 100%. Pero la sequía obligó a que esta maniobra se suspendiera durante los años con menos agua.
En julio de este año lo hicieron y dejaron pasar agua también por el Ignacio de la Roza, esperando que se llevara una buena parte del material acumulado. Pero como en este lugar pasaron décadas sin que se hiciera una limpieza, la parte inferior estaba asentada y no todo pudo evacuarse.
A partir de esto las autoridades dejaron pasar unos días hasta que bajó la humedad en el área de los decantadores, a fin de que pudieran ingresar las máquinas y empezó la limpieza. Cascón explicó que contrataron a una empresa para poder realizar estas tareas lo más rápido posible, en la ventana de tiempo entre que pudieron accionar el descargador de fondo y cuando tengan que usar nuevamente el dique para distribuir para riego.
El material lo están acumulándolo aguas arriba, en un principio calculaban que podía haber más de 8.000 metros cúbicos acumulados, luego de décadas sin una correcta limpieza. Esto puede reutilizarse luego como relleno, pero la prioridad es ahora retirar todo lo que se pueda en los próximos 10 días, para que la próxima temporada de riego el Dique Ignacio de la Roza esté funcionando lo más eficientemente posible, de cara a otro verano que será, muy probablemente, otra temporada de sequía.