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Provinciales > Día de los enamorados

"Picnic por el mismo amor", diez años de poder besarse en la plazas

Impulsados por La Glorieta, espacio LGBTIQ+ de San Juan, los picnic son los lugares de celebración y visibilización del amor entre las personas.

14 de febrero de 2021

“El amor, posta, se siente como ir sentado en el caño de la bici del pibe de tus sueños. Si. Así. Sintiendo su pecho cumbiero hinchándose en tu espalda y su voz… su voz humedeciéndote el alma y canchereando al pedalear. El sol y el vientito de frente”, escribió Ioshua, un poeta villero de Buenos Aires, definiendo así el amor.

Desde ese lugar, de la posibilidad de querer y ser amado, amada o amade, desde habilitar en lo cotidiano las muestras de cariño y el goce nacieron los “Picnic por el mismo amor” impulsados por La Glorieta espacio LGBTIQ+. Un evento que hoy cumple diez años.

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Soledad Pérez, presidenta del colectivo, contó a DIARIO HUARPE cómo fue aquél primer encuentro y cómo en una década han transformado realidades.

Abrigados de sol

“Había mucho sol, era un día caluroso pero no de esos infiernos que solemos tener en la provincia. El primer picnic fue en la lomada del parque recuerdo, eran muchísimas personas” comienza relatando.

“El año anterior a ese parecía no haber existido, no había ley de matrimonio igualitario, ni siquiera existía la Glorieta. Era impensado para mi que un año después podíamos llenar la lomada del parque de banderas multicolor del orgullo y que se exprese ese amor tan libremente”, cuenta Soledad.

“Queríamos celebrar el 14 de febrero, mostrar que había otro tipo de parejas”

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Soledad recuerda que fue una edición multitudinaria.

Pero no solo era festejo, era  hacer público algo que se debía esconder muchas veces por miedo o por mantener la integridad física. “La idea era que se conozca la gente. Era un espacio para encontrarse, para decir ´no estás solo, no estás sola, hay personas que sienten, creen y aman como vos´”, agrega.

Y así, como un espacio de encuentro y visibilidad, más allá de las vidrieras. Los picnics comenzaron a instalarse.

“Muchas parejas se formaron en los picnics”, cierra diciendo Sole, entre risas.

Caminar de la mano

El picnic también fue establecido como un espacio seguro para ser. Soledad cuenta que por su orientación sexual, ha recibido desde piedrazos hasta ser echada de una heladería.

“Poder estar tan seguro con tus amigos, tomando mate, creo que fue uno de los grande cambios que trajeron los picnics” comenta.

A lo largo de los años, el espacio fue mutando. De la lomada pasó a la “plaza de la Joroba”, y ahora por la situación sanitaria se hará una “edición virtual” para que los diez años no pasen desapercibido. Pero no todo queda ahí, en una década hay cosas que se transformaron.

El espacio ya no sólo era frecuentado por amigos o personas del colectivo LGTBIQ+, poco a poco comenzaron a llegar las familias diversas.

El espacio utiliza la fecha para iniciar su agenda de actividades.

“Ver a nenes con dos papás o dos mamás jugar con otros nenes es de las cosas más lindas. Esas niñas, niños, niñes, esas infancias se conocen entre ellas y conviven.”

Es de esta manera que el picnic, que marca el inicio de la agenda de la Glorieta, se convirtió en una fecha esperada y marcada en los calendarios.

Si bien hay cosas que todavía se convierten en un obstáculo para los miembros de la comunidad o desde el que se aplica la violencia del odio, en los 14 de febrero desde 2011, hay un espacio en alguna plaza de San Juan que se transforma en un símbolo para celebrar el goce y el mirarse de cerca, en silencio, sonriendo  y donde se puede decir “te amo” con el ruido de la calle de fondo.

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