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Cultura y Espectáculos > Artes visuales

Carolina Meló Crubellier presenta su diminuto mundo en el Franklin Rawson

Se trata de la artista sanjuanina que murió antes de recibirse. La exposición permite conocer a la obra por tiempo limitado.

22 de julio de 2022

Un mundo diminuto, liliputiense. Un detalle milimétrico, como si una diosa se hubiera puesto a armar el mundo. Una exposición que demanda tiempo, por lo que es incompatible con el hombre de nuestra era.

Eso es “Orilla sobre plegaria”, la colección que está en la Sala 3 del Museo de Bellas Artes Franklin Rawson. Pertenece a Carolina Meló Crubellier, artista visual que murió en un accidente doméstico el año pasado. Hoy, gracias a su familia, su director de tesis y el MPBA.

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DIARIO HUARPE conversó con Laura Crubellier, mamá de Carolina, y Alberto Sánchez Maratta, curador de la exposición y quien fue su director de tesis. En esta nota todo para conocer a la artista, su lenguaje y así disfrutar más de esta obra.

La nostalgia de lo pequeño

Laura aclara: a Caro no le gustaba exponerse. Sin embargo, comparte un poco de la historia de la artista. Dice que desde muy pequeña tenía una relación muy íntima con lo diminuto.

“Se pasaba las horas mirando las hormigas. Tenía una casa de muñecas que ella misma decoraba, les hacía sus muebles, sus ropas, incluso en las fechas patrias las vestía para la ocasión”, afirmó.

Laura, mamá de Carolina, junto a una de las piezas de la obra. Foto: DIARIO HUARPE.

Ese es el primer antecedente. Después, el poeta Rilke aparece en la adolescencia y le imprime identidad a la melancolía que recorre la obra. Según su director de tesis y curador, Alberto Sánchez Maratta, Carolina era una romántica del siglo XIX. “Sentía una nostalgia por un tiempo que no había vivido”.

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Lo pequeño y lo nostálgico. Dos elementos que hay que tener en cuenta.

Una mirada del mundo

Pero no todo es nostalgia. Carolina realizó ilustraciones, gifs, material audiovisual y su punto fuerte, los dioramas. Esas maquetas que recrean paisajes.

Al inicio hay una vitrina con objetos personales que son claves para ingresar a la obra: un microscopio, pinza, juegos en miniatura, un retrato de Rilke, piezas de orfebrería y un ejemplar de “Los viajes de Gulliver”.

“Orilla sobre plegaria” es la pieza central, está ubicada en el centro, protegida por un domo de vidrio. Está compuesta por pequeñas serpientes aladas, piedras construyendo riscos y flores secas que fueron colocadas con precisión quirúrgica. Si algo no hay en la obra, es azar.

El curador de la obra, Alberto Sánchez Maratta. oto: DIARIO HUARPE.

Es una pieza que se recorre lentamente para perderse en los detalles y así ir descubriendo lo que Carolina quería contar.

Maratta explicó que los elementos recurrentes en su obra son los anzuelos, el cielo, los libros, los reptiles y la naturaleza. Con estos elementos, la sanjuanina dejó una obra que la trasciende y hay que aprovecharla porque al ser una instalación será desmontada después de un tiempo.

Esta estará disponible hasta el 4 de septiembre. Una oportunidad para tener una conversación y ver cómo el arte trasciende algo tan definitivo, como la muerte.

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