Consejos para un balance sano del 2020, por una psicóloga sanjuanina

El 2020 está terminando y el balance y la explosión de emociones que traen están signados por la sensación de estar terminando un año atípico y bastante malo. Casi todos se sentarán a la mesa con miedo a los contagios, muchos aliviados por volver a encontrarse y más de 300 familias con un lugar vacante por los que se llevó el coronavirus.

En este contexto tan difícil y con los ánimos sociales también crispados por una grieta política y social que no deja de crecer, encarar la cena de fin de año con otra mirada puede ser algo positivo.

DIARIO HUARPE consultó con Melisa Mas, una psicóloga de la provincia, se animó a dejar algunos tips y consejos para que el brindis sea lo más positivo posible.

Incluir en el balance las cosas positivas

Después de haber pasado un año lejos de muchos seres queridos, con la vida cambiada por una pandemia que puso en pausa al mundo, hay que rescatar las cosas positivas. Esto puede ir tanto a cuestiones personales como a generales. “Un ejemplo es que otras enfermedades respiratorias disminuyeron y los niños estuvieron más sanos”, propuso la especialista.

Además, reflexionó que el año ha sido muy diferente para todos. "A algunos les ha ido mejor, por ejemplo algunos rubros gastronómicos, pero también ha sido extremadamente difícil para los que se han quedado sin trabajo", dijo. 

Además, propuso pensar estas últimas horas con una mirada diferente, no atosigarse de actividades, de las cosas que hay que hacer. "Tiene que ser un momento sencillo, para disfrutar, no gastar de más en regalos o estar a las corridas", dijo. 

Meditar o buscar otras herramientas de bienestar

A la hora de llegar a la mesa, conectar con prácticas que nos hacen sentir bien es una opción. Los que conocen sobre los beneficios de la meditación tienen una ventaja, ya que es establecer un vínculo con lo más natural y sano como es la respiración. Incluso, hay estudios que aseguran que los pensamientos positivos se refuerzan con esta práctica.

Para los que no están tan relacionados con la meditación, otras herramientas pueden ser un buen descanso, caminatas, un baño renovador. La idea es darse un espacio para bajar las revoluciones de cara a reencontrarnos.

Proponerse metas más sanas

Trabajar menos para que no se nos vaya la vida en la rutina, darle perspectiva a nuestro día a día, conectar con el disfrute. “Después de esto la vida sigue, vamos a seguir comiendo, regalando, visitando”, reflexiona la psicóloga.

Si algo deja como enseñanza el 2020 es que cambiar el rumbo, la rutina y las expectativas es algo que a veces es opción y otras veces obligación. Pero lo importante, es saber que puede pasar y que hay que estar abiertos a eso.