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Política

La pulseada electoral en Iglesia, más picante que nunca

Espejo dijo que si es intendente, investigará el uso que los Marinero le han dado a las regalías mineras y no descartó denunciarlos penalmente. El actual jefe departamental no habló.

13 de abril de 2019

“Hay cosas que no están claras con el gasto de las regalías, si llegamos al municipio vamos a investigar y denunciar en la Justicia Penal si es necesario”. La frase es del bloquisra Jorge Espejo, uno de los precandidato a intendente de Iglesia, y muestra la tensa relación que mantiene con su correligionario y actual jefe comunal, Marcelo Marinero, que quiere la reelección. Los dos pertenecen al mismo espacio, fueron los más votados en las PASO y arrastran una diferencia irreconciliable: la aplicación de los fondos que desde hace años deja la minería en el departamento. El primero confesó que tiene muchas dudas  sobre la legalidad de los gastos y que está dispuesto a llegar a las últimas consecuencias, mientras que el segundo permanece en silencio como la mayoría de las veces que lo cuestionaron por el tema.

Marinero es intendente y busca la reelección dentro del Frente Todos, aunque en las PASO terminó en segundo lugar con 1.943 votos. Espejo también se identifica con el uñaquismo, pero con un partido municipal que le permitió ser el más elegido el 31 de marzo con 2.010 sufragios y convertirse en el favorito para junio.

No es la primera vez que Espejo se queja del uso que los Marinero le han dado a los más de 800 millones de pesos que ha recibido el municipio por regalías del emprendimiento Veladero. Pero esta vez fue mucho más allá y habló de mirar con lupa todo lo que ha hecho el actual intendente y su hermano y antecesor, Mauro Marinero, y de una eventual denuncia penal.

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Sucede que la ley de regalías dice que el dinero sólo se puede usar en obras de infraestructura que propendan al desarrollo sustentable del departamento. Sin embargo, la realidad económica y social de Iglesia revela lo contrario.

Fuentes municipales confiaron que compraron vehículos de alta gama, que figuran aportes a un club de fútbol y que hay fuertes sospechas de que una parte fue para financiar la campaña 2015, entre otras cosas. A eso hay que sumarle que utlizaron fondos para contratos y becas (como le reconoció Mauro en su primera gestión), para hacer la sede del Concejo Deliberante y construir cordón, cunetas y veredas, cosas que no ayudaron a un desarrollo profundo que le permita a Iglesia vivir de otras actividades económicas el día que no esté la minería.

“Vamos a investigar…”, dijo primero Espejo y lo fundó en que el departamento no ha crecido y “no se sabe con claridad dónde fue a parar toda la plata”. Luego advirtió que “los funcionarios públicos tenemos la obligación de denunciar cuando creemos que hay delito y si aparece algo, lo vamos a hacer”.

Cuando salió a la luz que las regalías iban a gasto corriente, como contratos y becas, hubo revuelo. Fue tanto, que la administración de José Luis Gioja sacó un controvertido decreto ampliando las posibilidades de uso casi sin restricciones.

La puja provoca divisiones en el bloquismo y en las filas de Todos. La presidenta de la histórica fuerza, Graciela Caselles, se la juega desde siempre con el actual intendente y el presidente de la Convención y hombre del riñón de Sergio Uñac, Luis Rueda, respalda al contendiente. El peronismo, que es el socio más fuerte del frente, no ve con malos ojos que el sillón cambie de dueño.

Este diario intentó comunicarse con Marinero. Y como en otras oportunidades donde el foco de la polémica fue la inversión de las divisas que deja minería, no atendió el teléfono. 

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