Megacausa: planean hacer el juicio oral en un reducto federal histórico

La megacausa por el escándalo de las expropiaciones fraudulentas dio ayer un paso clave y los acusados quedaron mucho más cerca de ir al banquillo: el fiscal Daniel Galvani pidió la inmediata elevación a juicio de la cuarta y última parte del expediente. Es un hecho que el juez se lo concederá y como la intención es que el debate comience antes de fin de año, en Tribunales ya piensan en el lugar para hacerlo. Por la cantidad de imputados, abogados defensores y testigos que moverá, hace falta un sitio amplio y la opción que se lleva las de ganar es el edificio que la Justicia Federal tiene en Rioja y Mitre. Allí se ventilaron casos emblemáticos y de mucha repercusión, como el de Torraga y el primero por un delito de lesa humanidad.

La causa es la de mayor envergadura en la historia de San Juan, despierta un enorme interés público e involucra a exjueces, exfuncionarios, abogados y peritos acusados de articular un sinfín de engaños para inflar el valor de terrenos expropiados, sacarle cientos de millones de más al Estado y alzarse con jugosas sumas de dinero. Al punto que les endilgan ser miembros de una asociación ilícita, delito que no es excarcelable para quien sea el jefe o líder.  

La investigación duró 8 años y cómo iban aparecieron hechos y participantes nuevos a medida que avanzaba, se dividió en varias etapas. Las tres primeras terminaron con el procesamiento de los imputados y ya fueron elevadas a juicio. Galvani pide ahora que la cuarta siga la mima suerte y cuando el juez lo decida, se acumulará con las anteriores en un expediente que será la base de un único proceso oral y público.

La primera alternativa es hacer el juicio en las pequeñas salas que tiene el Poder judicial provincial, pero está desechada porque apenas alcanzan para un puñado de personas. Tras algunas conversaciones con autoridades de la Justicia Federal, revelaron fuentes calificadas, la decisión más firme es llevarlo al edificio de Rioja y Mitre, recordado por muchos como Banade. En el primer piso hay una sala de juicios en la que pueden entrar los 15 imputados, los 30 abogados defensores que se calcula, 2 fiscales, 2 querellantes, los 3 jueces del tribunal, testigos, familiares, público y la prensa.

El gigante de la Justicia Federal fue testigo de juicios que marcaron a fuego la historia loca. En la antigua sala de la planta baja, el bodeguero Mario Torraga fue condenado en los 90´por el vino adulterado que le causó la muerte a casi 30 personas. Y en la que funciona hoy, en el primer piso, el ex militar Luis Tejada fue castigado con prisión por apropiarse de un bebé en la dictadura, en el primer proceso por delitos de lesa humanidad que se hizo aquí.  

Entre los procesados en la megacausa están los abogados Santiago Graffigna (sindicado como el líder de la asociación ilícita) y Horacio Alday, los exjueces Carlos Macchi y Rosalba Marún y el exfiscal de Estado Mario Díaz. También, cinco exmiembros del Tribunal de Tasaciones, un exempleado de Recursos Energéticos, tres peritos de parte de Graffigna y la experito oficial Ana Malvin. Todos, acusados de ser parte de una la banda delictiva que le hizo pagar cerca de 50 millones de pesos de más al Estado en juicios de expropiaciones de inmuebles.

Lo que falta

La Fiscalía de Estado es parte querellante y quiere que el juicio sea lo antes posible. En la Justicia estiman que las primeras audiencias serán antes de cerrar 2019, aunque no dan fechas.

Antes, hay algunos pasos más. El primero: es seguro que los defensores de los imputados se opondrán a la elevación a juicio de la cuarta etapa, pero el antecedente reza que en las otras tres no tuvieron suerte. El segundo: la gran mayoría de los jueces penales está inhibido por haber intervenido antes en la causa o tener vínculo con los acusados, por lo que hace falta conformar el Tribunal que intervendrá.