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Multitudinaria despedida al papa Francisco
El papa Francisco recibe un homenaje masivo en el Vaticano antes de su entierro en Santa María la Mayor. Se espera la llegada de cientos de miles de personas y líderes mundiales en un fin de semana marcado por el luto y la devoción.
POR REDACCIÓN
La Basílica de San Pedro fue por segundo día consecutivo el epicentro de una histórica despedida al papa Francisco, fallecido recientemente. Más de 90.000 personas ya han pasado frente a su féretro para rendir homenaje al pontífice argentino, cuyo legado marcó profundamente a la Iglesia Católica y al mundo entero.
Desde las primeras horas del día, filas kilométricas rodearon la Plaza San Pedro, con fieles que viajaron desde distintos países para brindar su último adiós a Jorge Mario Bergoglio. Se espera que la asistencia continúe así este viernes.
El funeral de Estado se llevará a cabo el sábado, con una ceremonia que contará con la presencia de líderes mundiales y personalidades destacadas. Entre los asistentes confirmados figuran el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski; el presidente de Argentina, Javier Milei; y el príncipe William de Inglaterra.
En previsión del alto volumen de visitantes, el gobierno italiano ha implementado un operativo de seguridad sin precedentes. La ciudad de Roma se encuentra bajo estrictas medidas de control, especialmente en las zonas aledañas al Vaticano, donde Protección Civil estima que llegarán varias centenas de miles de personas, coincidiendo además con un fin de semana largo por un feriado nacional.
Tras el funeral, el cuerpo del papa Francisco será trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor, uno de sus templos favoritos en la capital italiana. Allí será enterrado en una tumba sencilla, cumpliendo así su deseo de una despedida humilde y cercana al pueblo.
La tumba podrá ser visitada por el público a partir del domingo, lo que anticipa una nueva ola de peregrinaciones a este simbólico lugar de descanso final del papa latinoamericano. La devoción que Francisco inspiró durante su pontificado parece perpetuarse más allá de su vida, reflejada en el incesante flujo de fieles que hoy llenan las calles de Roma.