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Los sirio-libaneses, la colectividad que llegó a San Juan cuando Argentina estaba naciendo

La comunidad que arribó de Siria y del Líbano está en la provincia desde su conformación como ciudad y llegó a la Argentina en plena fundación, situación que influyó fuertemente en las raíces sanjuaninas. 

13 de junio de 2022

Actualmente, se lo conoce como el Club Sirio Libanés, un lugar que fue fundado en 1919, en el cual se hacen reuniones sociales y donde hay restaurantes y cafés. Sin embargo, se olvida lo más importante: que los sirios-libaneses son una colectividad que llegó a San Juan a fines del siglo XIX. Para ese tiempo, con la fundación de San Juan un 13 de junio de 1562 y posteriormente la independencia de Argentina en 1816, el Estado recién como tal recién se estaba armando. En este sentido, la colectividad formó parte de esta construcción y de la conformación del San Juan como se observa actualmente.  

DIARIO HUARPE estuvo en el Club Sirio Libanés y habló con los miembros de la Juventud de la Unión Cultural Argentino Libanesa (Jucal), para conocer un poco de la historia de una de las colectividades más grandes estuvo durante los primeros años de la historia sanjuanina. 

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Los jóvenes miembros de Jucal. Foto: DIARIO HUARPE.

María José Massut, cuarta generación de descendientes sirio-libaneses y miembro de Jucal, explicó que una las razones por las cuales sus antepasados elegían la provincia era principalmente climática.

"Las primeras cartas hablan de un paisaje muy parecido a Siria y al Líbano, un clima árido-seco bastante similar a los de ambos países. Eso los motivó bastante, elegir un lugar parecido a su tierra", dijo al respecto. 

Las primeras olas inmigratorias que arribaron estaban compuestas principalmente por libaneses y después, de manera paulatina, los sirios. Conforme los inmigrantes llegaban a Buenos Aires y, casi por azar, terminaban viviendo en San Juan. Allí empezaron a jugar un rol importante las cartas, ya que la comunicación entre coterráneos se recomendaba arribar a la provincia, justamente por motivos climáticos.

Hubo diferentes períodos inmigratorios en la Argentina, el primero arribó entre 1885 y 1890; la segunda ola en el tiempo comprendido entre 1908 a 1915 y así sucesivamente hasta la década de los '40. Puntualmente, hasta el año 1944, cuando la situación en Siria y Líbano se calmó y la gente dejó de emigrar. 

Respecto a las razones de por qué emigraron, Nicolás Murúa, miembro de Jucal que está haciendo un estudio sobre la relación oriente-occidente, dijo que hubo múltiples factores por los cuales los originarios, primeros del Líbano y luego de Siria, tomaron la decisión. Uno de ellos fue la crisis económica de aquellos países. De acuerdo con esto, el joven dijo que en aquel tiempo la principal actividad era la venta de seda, pero los árboles de los cuales proviene esa fibra natural sufrieron una enfermedad que impidió su producción. De este modo, se quedaron sin la comercialización y, por ende, de su principal fuente de ingresos.

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El interior del Club Sirio Libanés. Foto: DIARIO HUARPE.

Otra de las razones es que el Líbano, durante los primeros años del siglo XX, estaba bajo dominación del imperio turco otomano. La segunda tanda de inmigración sirio-libanesa a la Argentina en general y a San Juan en particular tuvo lugar entre los años 1908 y 1915, cuando se encontraban en esta situación.. En relación con esto, Murúa dijo que la persecución política y religiosa hacia las diferentes religiones que no fuese la musulmana fue una razón clave para emigrar. 

Por último, la persecución de los otomanos hacia las distintas confesiones, que significa las diferentes formas que puede tomar una religión, fue otra de los motivos para la emigración sirio-libanesa en todas las etapas anteriormente mencionadas. 

"Hay que tener en cuenta que, por ejemplo en Libano, existen más 18 confesiones religiosas distintas, entonces era muy difícil la convivencia entre todas. La persecución era muy común y muchos decidían irse de sus países", manifestó Conrado Testa, presidente de Jucal. 

Todas estas razones los impulsaron a emigrar de sus países, los primeros sirios-libaneses que llegaron a San Juan arribaron casi por azar. Una vez llegados a Buenos Aires, la "repartición" de inmigrantes entre diferentes provincias de la Argentina era muy común. Una vez que se empezó a afianzar la comunidad, quienes ya vivían en la provincia la recomendaban, como se dijo anteriormente, por su semejanza climática con Siria y Líbano. Esto alentó el arribo y, cada vez, llegaron más. 

Ya en el territorio, Massut dijo que la mayoría de sus antecesores trabajaban en el comercio. Con un antecedente tal como la venta de seda, los sirio-libaneses escogían comerciar diferentes productos. Sin embargo, como la mayoría de los inmigrantes en San Juan, también se desempeñaron en actividades vitivinícolas y agrícolas, como la producción de olivo.  

Massut indicó que la integración de la colectividad sirio-libanesa con la comunidad sanjuanina fue casi inmediata. El desprendimiento repentino de los inmigrantes con sus países y costumbres hizo que rápidamente se acomodaran con las costumbres de San Juan. "Muchos empezaron a tomar mate a pocos días de llegar, se integraron rapidísimo", comentó. 

La institucionalización del Club Sirio Libanés

La primera semilla de lo que hoy se conoce como el Club Sirio Libanés fue la Sociedad Libanesa de Socorros Mutuos, fundada en 1889 por diferentes inmigrantes libaneses en principio. Los libaneses que llegaban para vivir en San Juan se ayudaban entre sí a través de esta sociedad. Por ejemplo, cuando algún compatriota fallecía, se buscaba la manera de hacer el sepelio y pagar los gastos referidos a este. 

El Salón de las Columbas, un clásico del Club Sirio Libanés. Foto: DIARIO HUARPE.

Luego, en 1919, nació el antecedente inmediato al club como lo conocemos hoy. La Sociedad Juventud Libanesa surge a partir de reuniones de algunos jóvenes tratando de sentir menos el desarraigo hacia su lugar natal. Seguidamente, se funda el Club Libanés. 

Se nombra particularmente a los libaneses porque fue la primera colectividad en llegar masivamente. Después, arribaron los sirios. Ambas sociedades no estuvieron, históricamente, unidas. De hecho, tenían algunas rivalidades. Siria y Líbano son dos países que se ubican el oriente y limitan entre sí, pero como cualquier nación tienen costumbres e idiosincrasias diferentes. Sin embargo, por diversas cuestiones como que comparten el idioma, se los comenzó a unificar. Fue durante la década de 1940, cuando una corriente política y cultural animó a ambas colectividades a unirse y fue allí, cuando se juntan en San Juan y forman el Club Sirio-Libanés.

Las escaleras que llevan al subsuelo, donde estaban los juegos. Foto: DIARIO HUARPE.

En la provincia el club siempre tuvo un costado más organizativo, que llevaba a cabo actividades culturales. Se realizaban fiestas, recitales, obras de teatro, entre otros. Hoy por hoy, tal vez con un perfil bajo, siguen reuniéndose y compartiendo para mantener viva la cultura sirio-libanesa. 

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