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Provinciales > Campaña solidaria

Taxistas sanjuaninos llevaron agua y alimentos a la comunidad Pinkanta en 25 de Mayo

Gustavo Gómez, uno de los trabajadores, leyó una nota de DIARIO HUARPE y decidió armar una colecta entre sus mismos compañeros.

12 de febrero de 2021

Tiene 50 años y lleva casi la mitad de su vida trabajando arriba del taxi. Sin embargo, la solidaridad golpeó la puerta de su auto y también de su corazón. Gustavo Gómez fue el mentor de una campaña que llevó agua y alimentos a cerca de diez familias de la comunidad huarpe Pinkanta en el departamento 25 de Mayo.

La idea del proyecto fue espontánea. Gómez leyó una publicación que realizó DIARIO HUARPE el día martes 26 de enero. La nota consignaba que había pasado una semana del terremoto de 6,4 que sacudió a San Juan y las familias de la comunidad seguían reclamando asistencia por parte del municipio porque tenían sus ranchos agrietados. Al margen de esa situación excepcional generada por el movimiento telúrico, la comunidad atravesaba por un problema de años: la falta de agua.

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Llegaron al lugar y compartieron un agradable momento. Foto: gentileza.

El taxista leyó aquella nota y se fue a trabajar. Cuando llegó al Sindicato de Peones de Taxi habló con sus compañeros y les propuso juntar ropa, alimentos y agua para asistir a esas personas. La respuesta fue altamente positiva. Gran parte del equipo se sumó y la campaña que inició Gómez se transformó en una puesta en común.

“Muchas veces nos quejamos de cosas pequeñas, pero cuando uno ve a estas personas que viven tan lejos y no tienen muchas posibilidades se te parte el alma”, contó Gómez a DIARIO HUARPE.

Juntaron alimentos, ropa y bebida. Foto: gentileza.

El hombre comentó que todos los trabajadores comenzaron a buscar lo que tenían en sus casas. Acondicionaron prendas de vestir y juntaron alimentos no perecederos. La campaña llevó aproximadamente poco más de diez días. Gómez contó que no querían ir hasta el lugar sin llevarles lo tan preciado: agua.

Gustavo juntó a sus compañeros y los convenció de la idea. Foto: gentileza.

La tarde del miércoles llegaron hasta la comunidad huarpe. Los pobladores estaban sorprendidos. Gómez explicó que los niños llegaban corriendo y otros formaban filas para recibir algunas donaciones. El pueblo que está a 8 kilómetros de El Encón se llenó de magia, al menos en el tiempo que los trabajadores con sus familias estuvieron presentes para darles contención.

Foto: gentileza.

“A veces no nos damos cuenta de que hay gente que la está pasando muy mal”, sintetizó el taxista.

El grupo quedó muy entusiasmado con la ayuda que le brindaron a esa familia. Cuando volvieron a la ciudad trajeron una preocupación a cuesta. Los trabajadores no podían pensar que la solución del agua estuviera a tan solo un kilómetro de donde estaba la zona de los puestos. Gómez comentó que, de acuerdo a sus posibilidades, tratarán de gestionar para que les llegue este recurso.

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