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Todavía nadie hace el relevamiento post terremoto en la comunidad Huarpe Pinkanta de 25 de Mayo
Tienen los ranchos trizados, no tienen agua para tomar ni tampoco para los animales.
A una semana del terremoto que movió a toda la provincia de San Juan, todavía no llega nadie del estado municipal para relevar y conocer la situación en la que se encuentran los 5 puestos que se ubican a 8 km pasando El Encón, a orillas de la Ruta Nacional Nº 20.
“Ni siquiera nos han llamado por teléfono para saber si estamos vivos”, le dijo a DIARIO HUARPE Víctor Barroso, representante de la comunidad huarpe. “Aquí somos 5 puestos con las necesidades de siempre y ahora más”, agregó.
Barroso contó que la mayoría de los ranchos han sufrido trizaduras en las paredes y no saben si las precarias viviendas están habitables.
“Supuestamente por lo que estaban diciendo los funcionarios por los medios de comunicación era que venían a los lugares para ver y evaluar los daños, pero por acá todavía nadie pasa”, dijo.
Barroso cuenta que algunas familias están durmiendo afuera de los ranchos debajo de algún algarrobo o a cielo abierto, por las dudas que se venga otro remezón y las estructuras no hayan quedado bien.
“Entramos a los ranchos solo para lo indispensable”, añadió Barroso.
En total en los 5 puestos viven alrededor de 25 personas entre las cuales figuran niños y adultos mayores.
Sin Agua
Otro de los problemas que acarrea la comunidad desde hace años (y que en esta temporada de fuerte calores se agrava), es la falta de agua para consumo humano y para los animales.
“Hace un año tramitamos en el ministerio de Desarrollo Humano una electrobomba sumergible para meterla en la perforación que tenemos porque la centrífuga ya no puede levantar el agua. Pero la electrobomba no aparece y la necesidad es muy grande”, dijo Barroso.
Hoy por la falta de agua la producción en los puestos disminuyó a números históricos.
“Esto nunca lo hemos vivido. Estamos teniendo entre 50 y 150 cabezas de cabra, cuando antes teníamos por arriba de las 300 animales”.
Cabe recordar que las cabras son el sustento económico y alimentario de las familias del lugar.
“No estamos pidiendo por pedir, estamos reclamando un derecho”, concluyó Barroso.