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“Morocha”, la sanjuanina que hace 9 años se encarga de decorar con flores la Inmaculada Concepción
Por Facundo Merenda
Su nombre es Susana Páez de Olivier, pero todos en el templo la conocen como “Morocha”, apodo que adquirió cuando era joven y se paseaba por las calles de su querido barrio Sarmiento, en el departamento Chimbas. Este año los expertos de distintas disciplinas dicen que muchas cosas cambiaron por la pandemia, la mujer afirma que es cierto, aunque algo en ella sigue intacto: su fe por la Inmaculada Concepción.
“Estoy muy triste. Por lo que generó el coronavirus, este año noté la ausencia de varios fieles”, cuenta la sanjuanina a DIARIO HUARPE.
Estas nueve noches de novena llegaba al templo temprano. A las 17:30 ya estaba en el cruce de Tucumán y Juan Jufré aguardando a los fieles para que hagan su colaboración para comprarle flores a la Virgen.
La tarea no es nueva, hace 9 años que la realiza. Sin embargo, en cada nuevo periodo va notando cosas distintas. En este 2020 particularmente fueron muchos los familiares de personas enfermas que se acercaron a colaborar con la decoración de la Inmaculada, según cuenta.
Morocha dice que está cumpliendo una misión que le fue encomendada por Dios, pese a que su marido y sus dos hijos le aconsejan que se cuide para evitar un posible contagio de Covid-19.
“Ellos me recomiendan que me quede en casa, pero siento el deber moral de venir a acompañar a la madre de todos nosotros”, relata con su barbijo quirúrgico celeste y sus ojos al borde de las lágrimas.
En los minutos previos a la entrevista, Susana pidió que el cuestionario sea breve: no quería retrasar a sus más de veinticinco compañeros que la aguardaban en la parroquia. Sin embargo, contestadas las primeras preguntas, comenzó a recordar varias situaciones de su vida en donde la Inmaculada estuvo presente.
Susana fue hasta el año pasado la Reina del Adulto Mayor en representación de Chimbas. Explicó que en varias ocasiones invocó a la Virgen para que la ayudara en momentos cruciales como, por ejemplo, cuando conoció al gobernador Sergio Uñac.
La sanjuanina contó que fue una misión que le encomendó el intendente de Chimbas, Fabián Gramajo. Ella estaba “tiritando”, pero cuando bajó del auto el primer mandatario provincial para hacer la inauguración de un barrio, Morocha pudo controlar los nervios y se dirigió a la autoridad. En el discurso, fue el mismo Uñac quien le brindó un aplauso.
Al contar esa anécdota, a Susana se le corrieron una par de lágrimas. Asegura que en ese tiempo fue “plena y feliz”. Este año teme por las personas de su edad. Sostiene que la pandemia causó “mucho dolor” entre los sanjuaninos.
“Hay varias familias que este fin de año no compartirá con ese ser querido porque tuvo el virus y lamentablemente falleció”, afirma.
Su pedido a la santa está direccionado justamente a la sanación de esas personas que se perdieron a algún familiar, aunque también asegura que implorará para que los médicos y enfermeros puedan seguir batallando contra la enfermedad.
La fiel tiene la esperanza de que el próximo año haya una solución para el Covid-19, mientras tanto sigue tomando su rosario todas las noches cerca de las 20:30 para que en el interior de su casa pueda establecer una comunicación con Dios y así elevar sus oraciones.