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Yo construyo

Conocer para valorar: la Catedral de San Juan y sus tesoros

Tímida y modesta. Una obra icónica de San Juan que muchas veces se pasa por alto ante el desconocimiento. En esta nota, el arquitecto especialista en patrimonio Leonardo Correa Fili nos cuenta por qué tenemos que valorarla.

POR REDACCIÓN

14 de julio de 2022

Todo sanjuanino la conoce, alguna vez estuvo allí o al menos pasó por la puerta. Es uno de los edificios más icónicos de la provincia, aunque al mirarla, no siempre se valora. La Catedral Sanjuanina es una obra de la arquitectura moderna de gran valor histórico y arquitectónico y que, como explica el arquitecto Leonardo Correa Fili, especialista en patrimonio e integrante de ACODEPAS (Asociación Civil para la Conservación y Defensa del Patrimonio Sanjuanino) dadas sus líneas “simples”, muchas veces se pasa por alto su importancia.

En estas vacaciones de invierno una buena propuesta para disfrutar es recorrer las calles a través de un paseo cultural. El pararse a apreciar el patrimonio de la provincia permite conocer la historia de la misma, observando aquello que seguramente ves cada día, pero sin saber muy bien lo que esconde. La Catedral es uno de esos puntos y, a continuación, el arquitecto Leonardo Correa Fili detalla algunas características que la hacen única y que, seguramente, el conocerlas te ayudará a observarla de otra manera.

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La maravillosa escultura del altar, realizada en una aleación especial de aluminio que representa un “pantocrátor” o Cristo resucitado.

La tercera o cuarta catedral

Como explica el especialista “siempre me gusta empezar mis recorridos culturales por la historia invisible, las cosas que fueron y ya no existen, pero que sin ellas hoy la realidad sería diferente”. En este sentido, describe que el actual edificio data de 1979, aunque no fue el primero. La catedral que hoy conocemos es la tercera o cuarta edificación. “Es de suponer que la primera iglesia haya sido una capilla modesta de la ciudad fundacional. Luego, habrían de construirse otras, respondiendo al crecimiento de la incipiente urbe. La más significativa fue construida en el siglo XVIII por la Orden Jesuita, y como dato curioso podemos decir que fue el primer edificio de mampostería de ladrillos cocidos y argamasa de San Juan”, indica Correa Fili. Luego, esa estructura seria “hermoseada” durante el siglo XIX.

La iglesia construida por los Jesuitas sobrevivió casi doscientos años, hasta el fatídico terremoto de 1944.

La iglesia construida por los Jesuitas sobrevivió casi doscientos años, hasta el fatídico terremoto de 1944. “El arquitecto Mario Buschiazzo, gran artífice del rescate de nuestra arquitectura colonial y virreinal, salvaguardando obras en todo el país, como el Cabildo de Bs As y Salta, las Misiones Jesuíticas de Córdoba entre otras, visitó San Juan en los años 30s y nombró a la Catedral, junto a la Casa Natal de Sarmiento y la Celda histórica de San Martin, como los monumentos más significativos de San Juan”, explica Leonardo Correa. La catedral sería declarada Monumento histórico Nacional, aunque lamentablemente el terremoto la dañó irremediablemente y fue demolida más tarde. “Sin dudas esa fue una gran pérdida para nuestro patrimonio. Pero sin este suceso, no existiría esta maravillosa, aunque silenciosa y quizás un poco tímida catedral actual”, finaliza explicando el arquitecto.

Saber para mirarla con "otros ojos"

La catedral de San Juan está dedicada a San Juan Bautista, aunque en el pasado estuvo bajo la advocación de San José. Fue diseñada por el arquitecto chileno-argentino Daniel Ramos Correas y Carlos Enrique Vallenhart. Como explica el especialista, "podemos decir de forma muy sucinta que la arquitectura moderna tuvo, a grandes rasgo,s dos movimientos: el racionalismo y el organicismo, el primero preocupado en la funcionalidad y en las técnicas constructivas y el segundo más preocupado por la relación del edificio con el lugar y la naturaleza, y la utilización de materiales locales". En este sentido, si bien la catedral sanjuanina es un edificio de fuerte impronta moderna, para Leonardo se trata de una obra de transición al posmodernismo. Esto se puede ver, a sus ojos, en la mezcla elementos modernos, como las formas simples, los materiales locales de influencia organicista, materiales en bruto mostrando la estética propia de cada elemento, la utilización de técnicas modernas del cálculo con una estructura de hormigón armado de grandes luces. También, es propio de esta corriente el resaltar de forma estética los gestos constructivos como elementos decorativos en sí mismos.

Segun Correa Fili, "nuestra catedral muestra de forma evidente, aunque no sabemos si fue intencional, una reminiscencia en su fachada de las capillas coloniales de la puna andina pero en una escala mayor.".

"Pasando el auge de los movimientos modernos, aparecería a mediados del siglo XX el llamado posmodernismo, que intentará conectar la arquitectura moderna con el pasado, incorporando elementos antiguos o históricos, tipologías, materiales, etc", explica el arquitecto especialista en patrimonio, a lo que agrega que nuestra catedral muestra de forma evidente, aunque no sabemos si fue intencional, una reminiscencia en su fachada de las capillas coloniales de la puna andina pero en una escala mayor. "Una fachada simple, con un hall de acceso conformado por dos columnas de madera y una viga central, techo a dos aguas y muros blanqueados, en nuestro caso, reemplazado por hormigón armado y un hermoso muro revestido en piedra laja". Según Correa Fili, se trata de un vínculo entre nuestro pasado y el presente, entre la modernidad, la tradición y los materiales de nuestra tierra.

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Sobre los "imperdibles" de la Catedral sanjuanina, el especialista enumera: "la maravillosa escultura del altar, realizada en una aleación especial de aluminio que representa un pantocrátor o Cristo resucitado". En este sentido, para el arquitecto, lo peculiar es que lo muestra de cuerpo entero, con 64 estrellas que lo enmarcan, representando a los países de confesión católica y a modo de basamento los cuatro evangelistas. La obra fue realizada por el escultor italiano Angelo Bianchini. "También recomiendo prestar atención a la sillería del coro, construida en bloques íntegros de travertino de formas puras, las esculturas rescatadas de la antigua catedral de San Luis XII de Francia, el Sagrario, hecho en bronce fundido, el magnífico cielorraso de madera suspendido, a manera de artesonado, que hay quienes han visto en él una reinterpretación de tramas de los pueblos originarios de San Juan", indica.

Saber para disfrutar. La Catedral sanjuanina es uno de los íconos de San Juan que, a simple vista y dadas sus líneas modernas y simples, puede parecer despojada de valor cultural o histórico pero que con un poco de información y a través de los ojos de quien decide tomarse unos minutos para parar y mirar, está repleta de tesoros.

La Cripta y sus invaluables testimonios de la historia

Muchos no saben que existe. El pasado 15 de junio la Cripta que se encuentra debajo del templo principal reabrió sus puertas luego de ser remodelada y volvió a exponer las joyas históricas que resguarda.

Fue inaugurada en 1962 y, hasta 1979, este espacio en el subsuelo cumplió la misma función que la Catedral, ya que allí se celebraron las misas de los domingos y ceremonias como bautismos y casamientos. El día 16 de diciembre de 1979, tras abrirse nuevamente las puertas del nuevo edificio de la Catedral, la Cripta quedó como un lugar destinado al homenaje y de exhibición elementos históricos. 

Una de las joyas históricas que la Cripta atesora es el sarcófago que contiene los restos de Fray Justo Santa María de Oro, religioso que fue clave para la independencia argentina y  que descansa en un sitial de honor rodeado por los escudos de todas las provincias argentinas.

La tumba de Oro data de la década del 50 y formó parte de las obras de reconstrucción de la Catedral tras el terremoto de 1944. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Durante el recorrido también se pueden ver los sepulcros de los obispos José Américo Orzali y de lldefonso María Sansierra, entre otros líderes de la Iglesia local que fallecieron hace siglos.

En cuanto a su arquitectura, sigue las líneas generales de la Catedral, con una gran cantidad de elementos decorativos en madera. Es en este espacio donde se exponen algunos elementos que quedaron de la antigua Catedral, como dos candelabros y una lámpara de bronce, a lo que se suma una imagen de la última cena que tallada en piedra. En el caso del bajo relieve, se trata de una imagen de la Última Cena que se encontraba en el frente del altar que desapareció con el terremoto. La obra quedo destrozada por completo y fue cuidadosamente restaurada y colocada en una vitrina para que sea exhibida. 

Dato: aquellos interesados en conocerla, la Cripta de la Catedral está abierta todos los días en dos horarios en la mañana se puede acceder de 10 a 12 y en la tarde de 18 a 20. El ingreso es totalmente gratuito.   

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