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Golondrinas en tiempo de Covid-19
Los empresarios manifestaron que los cosechadores locales son insuficientes.
Por Gonzalo Medina 26 de septiembre de 2020
Los productores agrícolas de la provincia de San Juan ven con preocupación la forma en que se podría desarrollar esta temporada de cosecha, ya que por la pandemia de coronavirus el traslado de los trabajadores golondrina podría no ser posible.
Los empresarios manifestaron que los cosechadores locales son insuficientes para levantar los productos y que faltan personas capacitadas técnicamente. Aquellos que sí lo están, “no quieren ir al campo por tener beneficios sociales”.
Cabe recordar que la gamela, que pesa 25 kilos, en la última vendimia se pagó a $14 y si se hacía por método de carro a través de la melga (pasillos dentro de los parrales), esa ficha valía $13.
Además el obrero, en un alto porcentaje, no tiene cobertura social. Son transportados en condiciones deplorables y no cuentan con baños, a menos que la finca destine sus productos al mercado internacional, ya que debe calificar bajo estrictas normas de calidad.
Los trabajadores golondrina llegan a la provincia como las aves, con gran capacidad migratoria, adaptación al campo abierto y mucha voluntad para levantar las cosechas del melón, uva y aceituna, entre otros productos agrícolas.
Los cosechadores vienen de lugares como Jujuy, Tucumán, Salta, La Rioja e incluso Bolivia. Cuando terminó la temporada pasada, en mayo de 2020, quienes llegaron a la provincia sufrieron una de las consecuencias de la pandemia, no pudieron volver.
Los foráneos manifestaron estar solos y a la deriva sin el apoyo de los empleadores ni autoridades, como se pudo ver reflejado en notas periodísticas de nivel nacional https://www.pagina12.com.ar/261083-cosecheros-de-aceituna-saltenos-y-jujenos-varados-en-san-juan o como las que este mismo medio dio a conocer https://www.diariohuarpe.com/nota/mas-de-40-trabajadores-golondrinas-estan-varados-en-san-juan-202033010480.
Quedaron varadas en la provincia gastando el capital que habían obtenido durante su estadía en San Juan. Durante ese tiempo vivieron en casas improvisadas en algún rincón, a la deriva. A su vez, sus empleadores decían no tener contratos que no los vincularan, esto teniendo en cuenta que el trabajo se realiza, en un alto porcentaje, en negro.
Los bolivianos no tenían ni el apoyo de su país, ya que el consulado en Mendoza ni siquiera atendía sus llamados. Por otro lado, los intendentes locales apuntaban a los empresarios.
Más allá que se encuentre una solución y estos trabajadores puedan llegar por algún corredor seguro y el acuerdo entre provincias, teniendo en cuenta el transporte y el aislamiento, no hay que desconocer que el panorama de las golondrinas no es sólo cómo llegan, sino su estadía y la forma cómo trabajan en San Juan.
En las últimas horas se pudo conocer el caso de 19 personas, de entre 20 y 50 años oriundas de Salta, que se encontraban viviendo hacinadas y realizando changas en el departamento Sarmiento. Es por eso que estos días son propicios para tener en cuenta todas las variables que hacen al trabajo rural y a la posible llegada de golondrinas.