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Muerte de Francisco: la despedida del padre Andrés Riveros, de la Catedral de San Juan
El sacerdote Andrés Riveros, de la Catedral de San Juan, reflexionó sobre el legado del Papa Francisco tras su fallecimiento. Destacó su perfil como líder religioso y político, y advirtió sobre los desafíos que enfrentará su sucesor.
POR REDACCIÓN
Con la emoción a flor de piel, el sacerdote Andrés Riveros, de la Catedral de San Juan, estuvo en el living de Yo te Invito, programa conducido por Ana Paula Zabala y Alejandro López, para despedir al Papa Francisco con palabras cargadas de afecto, admiración y claridad teológica. En sus declaraciones, no solo resaltó el perfil humano y cercano del pontífice argentino, sino también su incansable labor política en temas clave como la paz, el medioambiente y la inmigración.
“Como líder religioso también fue un líder político”, afirmó Riveros, reconociendo en Francisco una figura compleja, comprometida con los desafíos de su tiempo.
Desde su elección en 2013, Jorge Mario Bergoglio —el primer Papa latinoamericano y jesuita— mostró que su papado no estaría encerrado en las paredes del Vaticano. Su primer viaje fue a Lampedusa, donde rezó por los inmigrantes africanos que llegaban —o no llegaban— a la costa europea en busca de refugio. Fue un gesto profundamente político, pero también profundamente humano.
“Innumerables mensajes del Papa pidieron el cese del fuego. Fue una voz por la paz en un mundo lleno de guerras”, recordó Riveros.
Otro de los ejes centrales de su papado fue el cuidado del ambiente, al que llamó “la casa común”. Francisco alertó sobre los efectos del cambio climático y la degradación del planeta. Habló del cuidado del agua, de la conservación de los recursos naturales y del respeto a la vida en todas sus formas.
Una Iglesia que sale a la calle
Riveros, emocionado, habló también de lo que Francisco significó a nivel eclesial:
“Nos dejó una Iglesia cercana, una Iglesia en la calle, una Iglesia misericordiosa, una Iglesia del cuidado de todos. Fue una conversión pastoral, del corazón. Tuvimos que bajarnos del pedestal”.
Y agregó con énfasis:
“Esto es la Iglesia que viene, no tan piramidal como antes, sino más como una mesa redonda donde todos podamos opinar”.
Para el sacerdote, el pontificado de Francisco fue una guía sobre cómo vivir el Evangelio en el siglo XXI:
“Cuando uno habla de la Iglesia de Francisco, estamos hablando de una Iglesia de Jesús. Lo que comprendimos con él es cómo vivir el Evangelio hoy, en nuestro tiempo”.
El nuevo Papa: desafíos y esperanzas
Con la muerte de Francisco, se declaró la sede vacante, lo que significa que la Iglesia está actualmente sin Papa. En las próximas dos o tres semanas, unos 120 cardenales menores de 80 años se reunirán en cónclave para elegir a su sucesor.
“Se discierne cuál sería el perfil de líder espiritual que necesita hoy la Iglesia. Luego se busca entre ellos a quien más se acerque a ese perfil”, explicó Riveros.
El desafío no será menor. Según el sacerdote, el Papa Francisco “roturó la tierra”, es decir, abrió caminos antes inexplorados, removió estructuras rígidas y promovió una Iglesia más abierta.
“El nuevo Papa tendrá que ayudar a que todo lo construido siga creciendo. No puede ser una Iglesia solo de los templos hacia adentro. Debe poder llorar con los que lloran y reír con los que ríen”.
Contra la grieta y las etiquetas
Antes de finalizar, el padre Riveros lanzó una crítica a quienes intentaron encasillar a Francisco:
“Muchos medios se prestaron para la nefasta grieta, pero nadie leyó a Francisco. No me vengan a decir que fue peronista por leer uno o dos medios amarillistas. Hicieron de él una figura que no fue”.
Y concluyó:
“Fue amado, querido y respetado en cientos de países. Por personas religiosas y no religiosas, por grandes personalidades del mundo. Pero a veces el ego termina siendo más grande que el sentido común”.
Francisco partió, pero dejó sembrado un camino que muchos ya transitan. Su legado no se mide solo en años, sino en transformaciones profundas. La Iglesia ahora se prepara para un nuevo capítulo, con el desafío de honrar su memoria y continuar su obra.