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Presos en Comisaría 7ª: quedaron imputados los policías sospechados de ayudar a escapar a tres reos
Las autoridades llevaron a los agentes ante un juez, que los excarceló luego de quedar formalizada la imputación e investigación en su contra.
POR REDACCIÓN
En la mañana de este miércoles, los calaboceros sospechados de ayudar a tres presos a escapar de la Comisaría 7ª fueron llevados ante un juez para ser imputados por el delito de favorecimiento culposo a la evasión y para que quede formalizada la investigación penal preparatoria, tras el pedido de la fiscalía que investiga el hecho.
Maximiliano Bustos y Facundo Ortiz, los agentes que quedaron en la mira el mismo día de la fuga, terminaron detenidos en la noche del lunes luego de que los investigadores constataran que el candado de la celda, en la que se alojaban los reos, no estaba forzada y aparentemente fue dejada abierta para facilitar la fuga.
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El fiscal Adrián Riveros, de la unidad fiscal Delitos Especiales, presentó las pruebas ante el magistrado: entre esas, el libro de actas, el candado y los videos de las cámaras de seguridad ubicadas dentro de la comisaría. Luego de eso, solicitó que la investigación dure tres meses y pidió la excarcelación de los detenidos con la condición de que los obliguen a someterse a la investigación.
El abogado Marcial Eduardo Barrionuevo adhirió a lo planteado por el fiscal y así, todo se encaminaba a lo que resolviera el juez de garantías Figuerola. Finalmente, el magistrado se volcó a lo solicitado por Riveros.
Bustos y Ortiz recuperaron su libertad, pero antes tuvieron la posibilidad de declarar y defenderse de las sospechas. Los agentes prefirieron el silencio.
Hace dos días, sobre las 13 horas, tres reos de la comisaría de Pocito abrieron la celda y se escaparon por el fondo del edificio, trepando el muro. Fueron identificados como Facundo Ceferino Vega Arroyo, de 21 años; Darío Ezequiel Tapias, de 25 años y Walter Ismael Romero, de 21 años.
Los jóvenes aprovecharon que no había ningún funcionario policial por el pasillo y se trasladaron a lo que sería su ruta de escape. Pero con el correr de las horas todos fueron recapturados por la fuerza provincial. La fuerte sospecha de que los ayudaron empezó a crecer cuando los investigadores encontraron el candado de la celda sin signos de haber sido forzada.
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El agente que había puesto el candado, según registró la cámara del Cisem, fue Bustos, el calabocero de la Comisaría 7ª, de acuerdo con lo que comentaron fuentes judiciales. Sin embargo, Ortiz, que era un refuerzo para la sede policial, debido a que dos de los presos los trajeron de la Comisaría 6ª tras disturbios y un incendio, quedó pegado a la investigación. Pues tanto él como su compañero estaban encargados de la custodia de los detenidos.