Provinciales > Leve recuperación
Levantaron 20 metros el nivel de Los Caracoles, vacío desde 2021
Quieren que el próximo mes vuelva a su nivel mínimo de seguridad. Por el tiempo que lleva sin agua, reforzaron controles para saber cómo reacciona la estructura.
Por Carolina Putelli
Los Caracoles se convirtió en la imagen viva de la brutal sequía que afectó y todavía afecta a San Juan. El 30 de junio de 2021 alcanzó el nivel más bajo desde su construcción y donde antes había agua se podía ver la base del paredón. Podía verse descargador de fondo, la última boca de desagote, preparada para abrirse solo en emergencias y una vez al año. A dos años de ese momento, empezaron a levantar algunos metros el nivel por primera vez.
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Si bien es algo que las autoridades esperaban poder hacer tiempo, porque cada día con bajo nivel la estructura corría riesgo, no se trata de un signo del final de la sequía. Según confirmó a DIARIO HUARPE el nuevo Director de Recursos Energéticos, Andrés Sastriques, se está aprovechando la corta de riego para poder controlar la seguridad de la presa.
El proceso empezó hace algunas semanas, luego de que dejaran de extraer agua del sistema de embalses para el riego agrícola, para lo que se destinan cerca de 38.000 litros por segundo por día. Con este ahorro las autoridades debían elegir dónde acumular lo que sigue llegando por el río San Juan y esta vez priorizaron Los Caracoles.
“Se está embalsando todo lo que llega y si bien no vamos a llegar a la cota de generación, buscamos levantar hasta el mínimo de seguridad, posiblemente en julio, para hacer algunas pruebas”, explicó el funcionario.
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Hasta que cortaron con el riego Los Caracoles estaba en la cota 1.030, esto quiere decir que el nivel del agua llegaba a los 1.030 (msnm), punto que marca alrededor del 3 o el 5% de la capacidad de llenado. Para estar en ese nivel las autoridades debieron durante más de dos años sacar agua por la válvula de seguridad para que acumular en Punta Negra.
El pasado viernes, tras algunas semanas de empezar este llenado, el embalse estaba en la cota 1.054, más de 20 metros por encima de su punto más bajo. Pero el mínimo de seguridad es 1.070, por lo que todavía deben esperar que suba otros 16 metros más con lo que trae el río, que en invierno tiene su caudal más bajo.
Mientras tanto el trabajo se reforzó en el embalse. Es que deben hacer los controles habituales de seguridad, pero más seguido, ya que la estructura estuvo trabajando por debajo de los márgenes de seguridad y tienen que controlar que durante el llenado todo reaccione de forma correcta.
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Una de estas tareas fue el control de las juntas, para lo que tuvieron que pedir ayuda a un grupo de andinistas, porque incluso con la mejora de nivel todavía hay más de 50 metros de paredón hasta llegar al agua. La dirección contrató a especialistas en escalada para que los técnicos puedan descender y controlar cómo se están comportando las uniones de los enormes bloques de material que componen el paredón.
Por ahora todas las mediciones vienen reportando valores normales y Los Caracoles parece haber respondido bien a los dos años de trabajar forzadamente. Pero todavía quedan semanas y meses de trabajo para seguir monitoreando la presa.
El objetivo de alcanzar la cota 1.070 tiene que ver con que el EPSE pueda controlar todo el sistema de turbinado, que lleva mucho más tiempo sin poder girar y producir energía. Cuando el agua llegue a ese nivel no alcanzará para producir, ya que para eso debe superar los 1.080 msnm, pero sí para que ingrese un poco de agua los sistemas de la central hidroeléctrica. Con ese caudal buscarán ver cómo funcionan las turbinas o si deberán encarar reparaciones millonarias por causa de la sequía.