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Alquilar en el Gran San Juan se complicó tras la pandemia y la nueva ley
Según empresarios inmobiliarios, hay un 40% de demanda que de oferta para alquilar casas o departamentos.
POR REDACCIÓN
Buscar una casa o departamento para vivienda familiar en los departamentos que componen el Gran San Juan se volvió más difícil tras la pandemia de coronavirus y la nueva Ley de Alquileres. Y no tiene que ver sólo con encontrar buenos precios, sino con la disponibilidad general de espacios para vivir. Así lo aseguró Mauricio Turell, de la Cámara de Inmobiliarios de San Juan, a DIARIO HUARPE.
El problema radica en que los dueños de casas y departamentos están retirando sus ofertas para el alquiler y algunos mudan los inmuebles a la venta. Las condiciones se han vuelto tan difíciles para los que buscan alquilar que hasta han dejado pasar los beneficios de un decreto nacional con tal de asegurarse un lugar donde vivir.
El mercado de los alquileres de viviendas ya tenía una oferta mayor a la demanda antes de la pandemia. Esto quiere decir que había más personas buscando dónde vivir que casas o departamentos disponibles, sobre todo en los rangos de precios menores.
Pero en los meses de la pandemia dos medidas nacionales desincentivaron a los dueños de inmuebles y la cantidad de unidades habitacionales disponibles bajó un 15%. El factor principal fue la Ley de Alquileres, que obliga a que el contrato más corto sea de tres años en lugar de dos como era habitual.
“Como el precio de alquiler queda fijo desde el momento del contrato, muchos dueños calcularon que a los tres años iban a quedar con cuotas muy bajas y ya no les convenía. Muchos se pasaron a la venta”, explicó el empresario. Eso hizo que en la actualidad la demanda sea un 40% mayor que la oferta.
Las viviendas más escasas son las que tienen precios menores a $15.000 por mes, que a su vez son las más buscadas. Se pueden encontrar casas o departamentos, pero por precios mayores a esos y más alejados de las zonas más pobladas del Gran San Juan.
Que se haya vuelto difícil encontrar alquileres hizo que también los que tenían un lugar donde vivir sufrieran las consecuencias. Turell explicó que si bien hay un decreto que prorroga las fechas de renovación hasta enero de 2021, lo cual permite congelar el precio de los alquileres, muchos de los que podían aprovechar esto decidieron no hacerlo.
“Los buenos inquilinos, que pagan bien y tienen el lugar en condiciones, decidieron renovar alquileres, asumir el aumento, pero ahorrarse tener que salir a buscar un nuevo lugar con la nueva situación”, explicó el empresario. Además, esta “buena voluntad” también les permitió negociar precios los locatarios, que de otra manera hubiesen tenido que dejar el precio congelado algunos meses o semanas más.
Alquileres comerciales, otro mundo
Muy diferente es la situación de quienes alquilan a negocios. Es que en la pandemia mantener un local funcionando con la disminución del consumo y las fases en las que permanecieron cerrados.
Ante esto, los locatarios comerciales no contaron con la ventaja de sus colegas. En cambio la mayoría tuvo que salir a negociar bajas en los precios o condiciones más flexibles para que se mantuvieran los contratos.