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Judiciales > Crimen de Villa Huarpes

Cerraron la investigación del policía federal asesinado en su casa y pedirán que lleven a juicio al hijo de 21 años

A través de las pericias y de testimonios, Fiscalía determinó que el joven mintió en su coartada y planificó un siniestro plan para matar al hombre al que le tenía odio y lo culpaba por la muerte de su madre.

POR REDACCIÓN

15 de febrero de 2022

La causa iniciada por el asesinato del policía federal Miguel Ángel Carbajal de 55 años, subcomisario de la Agencia Regional Cuyo asesinado el 14 de noviembre del año pasado en su casa de Villa Huarpes, llegó a su fin este martes, según informó el fiscal del caso Iván Grassi. Así las cosas, el representante de la Unidad Fiscal de Investigación Delitos Especiales (UFI Nº 4) pedirá en los próximos días que el único sospechoso del crimen e hijo del efectivo, Paolo Enrique Carbajal de 21 años, sea llevado a juicio oral y público. Podrían darle perpetua en caso de ser hallado culpable, destacaron fuentes calificadas.

Pasaron tres meses del día en que encontraron sin vida al uniformado en una de las habitaciones de su vivienda. No se había presentado a trabajar en la agencia, y en marco de un día de elecciones, lo que llamó poderosamente la atención a sus compañeros uniformados. Horas más tardes, un sobrino lo halló con varios puntazos en el torso. En principio, los investigadores creyeron que se trataba de un robo seguido de muerte, pero después descubrieron algo peor. Su hijo de corazón lo había asesinado por venganza, según la teoría del caso.

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Desde el 30 de diciembre del 2021, la situación judicial de Paolo Enrique Carbajal empeoró. El estudio del ADN realizado en el Laboratorio Forense de la Justicia, sobre la sangre encontrada en la ropa secuestrada al imputado, dio positivo y confirmó que pertenece a la víctima.  

La muestra fue tomada sobre los restos que quedaron en unos guantes de látex y una campera que le secuestraron al hijo de Carbajal en el momento que fue detenido en la casa de su tío, en Villa Hipódromo, en departamento Rawson. Junto a estos elementos, también habían hallado una navaja. La pericia lo puso contra las cuerdas. El joven quedó detenido como principal sospechoso tras mentir sobre su estadía en San Juan en los días previos y posteriores al crimen, pues residía desde hace tiempo en Salta. 

Para el cuerpo de investigadores, liderado por Grassi, el joven Paolo Enrique vino desde la provincia norteña a San Juan con intenciones de matarlo por venganza. Le achacaba la muerte de su madre por coronavirus, ocurrida tres meses antes del crimen.

El imputado le mintió a su padre y a sus familiares, compró tres pasajes de colectivo para venir a la provincia en los días previos al 14 de noviembre y reservó habitaciones en dos hoteles, en uno, con un nombre falso. Todo formó parte un plan siniestro, dijeron desde fiscalía.

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