Provinciales > En la puerta de la clínica
Polémica tras un aborto: reclamaron para que a las enfermeras del Cimyn se les quiten las sanciones
Las mujeres son objetoras de consciencia. Se negaron a participar de un aborto, pero la clínica las sancionó por "abandono de persona".
POR REDACCIÓN
Amigos y colegas de las dos enfermeras suspendidas en el sanatorio Cimyn (Centro Integral de la Mujer y el Niño), ubicado en calle Catamarca y Santa Fe, en Capital, acusadas de no actuar debidamente en la práctica de un aborto se reunieron para exigir el levantamiento de las sanciones y el respeto por la “objeción de consciencia”.
El hecho en cuestión ocurrió el pasado 12 de septiembre pero las dos enfermeras recibieron sus sanciones el pasado jueves en medio de irregularidades por “abandono de persona”, denunció una de las enfermeras y sus compañeros de trabajo.
“Nos dijeron que si ignorábamos lo que era ser objetor de consciencia, a lo que respondimos que si sabíamos lo que era y que sabíamos lo que habíamos leído y firmado. Pero igual nos dijeron que era nuestra obligación”, dijo Karen Balmaceda , una de las enfermeras suspendidas en dialogo con los medios.
La paciente llegó el día sábado 11 de septiembre hasta el Cimyn y se internó recibiendo la atención médica necesaria para la intervención, dijo la enfermera. El día domingo, la médica que iba a realizar el procedimiento llama a las mujeres, Victoria Soria y Karen Balmaceda, y les solicita los instrumentos y medicación para el procedimiento. Allí la ponen en conocimiento que son objetoras de consciencia y la jefa médica del lugar las intimó a participar en el procedimiento, siendo Soria la que, por miedo a represalias, aceptó participar.
“Por el tono en que se dio la discusión mi compañera tenía miedo de perder su trabajo y asistió a la médica. Fue, puso la chata y cerró los ojos”, contó Karen. Tras el hecho, les informaron que ambas serían suspendidas por 20 días, pero finalmente, y tras idas y vueltas, recibieron el pasado jueves en su casa la notificación de sanción: dos días para Soria y ocho días para Balmaceda, sin goce de sueldo.
“Siempre estuvimos abiertas a dialogar. Nos acusan de hacer abandono de persona cuando asistimos a la paciente en todo momento hasta el procedimiento. Al principio acordamos una reunión y luego se negaron. Vamos a seguir luchando por la objeción de consciencia porque le puede pasar a cualquiera de mis compañeras y compañeros. No hay un protocolo establecido”, señaló Karen. A la hora de la protesta, Soria se encontraba trabajando en la clínica.
“Se está ensuciando el legajo de dos personas con una actividad profesional intachable y acusarlas de abandono de persona es una falta gravísima”, dijo Mónica Lobos a DIARIO HUARPE, abogada de las dos mujeres, y agregó que “ellas siempre buscaron el dialogo y nosotros buscamos que se rectifique porque no se puede ensuciar a dos trabajadores que en ejercicio de su libertad y ética profesional estén siendo sindicada como criminales”, cerró.