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Cómo pensar la iluminación de los espacios

Podría decirse que la iluminación es el punto final de cualquier diseño de interiores. En esta nota, la arquitecta Laura Cocinero explica los secretos para no fallar.

POR REDACCIÓN

02 de septiembre de 2021

La iluminación es, sin lugar a dudas, un punto fundamental en la decoración de los ambientes. No sólo es importante en cuanto a su aspecto funcional, el de poder ver cuando la luz del sol se va, sino también a la hora de crear diferentes atmósferas en la casa.

Tomar decisiones acertadas en cuestiones de luz permitirá sacarles el mayor provecho a los espacios y generar confort, además de crear sensaciones en los diferentes rincones del hogar. Por otro lado, un error en este sentido, causaría incomodidad, falta de funcionalidad de los ambientes y podría hasta provocar accidentes. Pero no se trata solamente de elegir una buena lámpara, el diseño de la iluminación tiene que ver con algunos aspectos que van un poco más allá. A continuación, la arquitecta Laura Cocinero, directora del estudio UNOENCIEN, explica algunos factores importantes a tener en cuenta.

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TEMPERATURA

Según indica la arquitecta, se puede definir como el “color” con el que percibimos la luz. Se determina por su índice de luminancia, en una escala de grados Kelvin (°K). Mientras más bajo es el valor (1.000K), el color estará cerca de los rojos y más cálida se podrá percibir. Por su parte, a mayor valor (10.000K máximo), más cerca se está del azul y más fría se percibe la luz. En el medio de esta escala se encuentran los neutros o naturales.

En la arquitectura y diseño de interiores se utilizan, generalmente, estas tres:

  • Cálida: entre 2.400K a 4.000K. Son luces que se ven amarillas y que ayudan a crear ambientes acogedores. El problema con ellas es que distorsionan los colores, por lo que no son recomendables en las cocinas. Por otro lado, ilumina menos que la luz fría. Este tipo de iluminación se recomienda para todos los ambientes del hogar, excepto la cocina y el baño.
  • Neutra: rondan los 4.000K y son ideales para interiores porque no distorsionan los colores. Se recomienda que tengan un valor un poco más bajo que 4000 para que otorguen mayor calidez al ambiente.
  • Fría: rondan los 6.000K. Se usan en lugares en los que se necesita mayor iluminación y no son recomendables para las viviendas. Este tipo de luz es buena para oficinas o comercios, en donde se necesita generar una atmósfera que propicie la productividad.  

Dato: Una novedad en el mercado son los “focos inteligentes”, los cuales pueden manejarse a través de wi-fi y permiten regular la temperatura de la luz, yendo desde tonos cálidos a fríos en cuestión de segundos.

ÁNGULO DE APERTURA

La profesional consultada define este punto como "un cono en el cual hay luz". Es muy importante conocer este dato para poder definir la altura a la cual es recomendable ubicarla y la distancia con otras lámparas.  En este sentido, y como explica la arquitecta Laura Cocinero, dependiendo de cuál sea su ángulo de apertura, va a ser el destino que se le va a dar a esta.

Si el cono es muy abierto (más de 80°) se pueden usar para iluminar ambientes de forma general. Mientras que si el ángulo es mas cerrado (25° por ejemplo) es más seguro que lo usemos para iluminar puntos definidos.

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En este sentido, la profesional da un claro ejemplo: en una habitación, si lo que se desea es generar una iluminación general, no se debe elegir una luminaria tipo “campana”, sino otro tipo de lámpara que permita que la luz se disperse.

TIPOS DE LUZ

En este punto, lo importante es la intención, es decir, lo que se quiere generar a través de la luz.

  • Luz ambiente o general: es la iluminación base de cualquier espacio. Se coloca generalmente por encima del nivel de la vista, es decir, en techos. La luz que se busca es difusa.
  • Enfocada: es una luz mas decorativa que se usa para resaltar elementos arquitectónicos o de diseño. Por ejemplo, una pared con alguna textura especial, un cuadro, un adorno, una planta, etc. En este caso la luz debe ser directa al objeto.
  • De trabajo: se coloca en un determinado espacio donde se va a realizar una actividad, por ejemplo, mesada de la cocina, mesa del comedor, mesa de estudio, espacios de lectura, etc. Permite que, a la hora de realizar una actividad, se puede ver mucho más claro. La luz que se quiere lograr es directa o semi directa.

Forma de luminarias y su influencia en la iluminación:

Este es el punto cúlmine del diseño de la iluminación de un determinado espacio. En este momento, debe tenerse en cuenta que, tanto el material, como la forma que tiene la luminaria va a condicionar la manera en la que ésta se proyecta en el espacio.

Para explicarlo sencillamente, la profesional indica que la luminaria que se elija es la que va a determinar la forma de distribución de la luz y esto, a su vez, va a depender de la pantalla de la lámpara.

Se puede hablar de dos tipos de luminarias: pantallas de iluminación difusa, donde la luz se distribuye por toda la superficie y pantallas de iluminación directa, que emiten la luz en una dirección. Las primeras son recomendables para cuando se precise una iluminación general de un ambiente, las otras, cuando se necesita puntualizar sobre algo.

Este punto es tan amplio como variedad de luminarias existen en el mercado. Empotradas en techo o pared, colgantes, aplicadas o de pie, lo importante siempre es pensar en qué función cumple la luz en ese ambiente y elegir la lámpara que ayude a que se distribuya como lo necesitamos. Lo ideal, explica la arquitecta consultada, es que cada ambiente cuente con los tres tipos de luz: general, que permita ver con claridad y realizar las actividades cotidianas, puntual, que destaque los elementos decorativos y, en el caso de tratarse de zonas donde se realiza alguna tarea particular, luz de trabajo, que ayude a desarrollar la tarea sin dificultad.

Pensar en la iluminación de los ambientes es darle el toque final al diseño, dotar a cada espacio de personalidad y brindarles funcionalidad. En los párrafos anteriores, la arquitecta Laura Cocinero deja en claro que no se trata solamente de elegir una lamparita, sino que la decisión debe ser tomada teniendo en cuenta diferentes aspectos y con conocimiento de lo que se desea generar en el espacio.

 

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