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Política

Debuta el dispositivo electrónico para proteger de la violencia de género

El primer caso es el de un exboxeador acusado de lesionar a su expareja. Desde horas de la mañana portará una tobillera electrónica que lo obligará a no acercarse a ella.

25 de abril de 2019

Al exboxeador Alberto Daniel Aguirre le pondrán hoy una tobillera electrónica que está conectada a un dispositivo que lleva su exesposa y si se acerca a ella a menos de 500 metros, una señal pondrá en alerta a la Policía y quedará a tiro de ir preso. De esta forma, debutará en San Juan el sistema de georreferencia que intenta evitar que las víctimas de violencia de género sufran nuevos ataques. Hay varios pedidos más de los jueces penales para usar los modernos aparatos y el lunes está previsto que se coloque el próximo.

Los dispositivos duales están disponibles gracias a un convenio que firmó la gestión de Sergio Uñac con la Nación, a tono con su política de ponerles un freno a los agresores que aparecen todos los días y cuidar a las víctimas. En diciembre llegaron a San Juan 10 tobilleras y para comenzar a usarlas hacía falta un protocolo que este mes elaboraron la Corte de Justicia y el Ministerio de Gobierno, en el que se determina en qué casos se pueden aplicar y qué medidas previas hay que adoptar. 

El primero es el caso de Aguirre, que salió a la luz cuando su expareja lo acusó a principios de este mes de haberle dado una golpiza y partirle el tabique. Según la denuncia, el hombre fue hasta la casa de la mujer en el barrio Congreso, ingresó a la vivienda y la atacó.

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El exboxeador ya tenía denuncias por violencia de género y una perimetral dictada por la Justicia, que le prohibía aproximarse a la mujer. Evidentemente, no fue suficiente.

Así las cosas, la jueza Silvina Rosso de Balanza ordenó una medida adicional para preservar la vida de la mujer. Pidió que se les coloque un dispositivo electrónico para controlar en forma más estricta al agresor y tratar de asegurar que no vuelva a arremeter contra la víctima.

Personal del Ministerio de Gobierno le entregó ayer a ella una unidad de rastreo del tamaño de un celular y, según fuentes judiciales, hoy le adosará a Aguirre una tobillera. Los dos aparatos están conectados entre sí y si se encuentran a menos distancia de lo previsto, una alarma pondrá en aviso a las fuerzas de seguridad para que intervengan de inmediato.

A partir de ahora, explicaron en Tribunales, Aguirre tendrá que usar la tobillera durante 6 meses y en ese lapso, deberá mantenerse a más de 500 metros de su expareja. Si viola esa disposición, será acusado de incumplimiento de una orden judicial, iría preso y no debería ser excarcelado nuevamente por no renovar la confianza que le dio la Justicia en la primera liberación.

La localización del victimario será monitoreada por el Centro Integral de Seguridad y Emergencias (Cisem) que depende del Ministerio de Gobierno. Allí llegará el alerta en caso de que Aguirre se exceda y los operadores le deben dar aviso a la Policía para que lo detenga y haga cesar el peligro.

Mientras tanto, la causa por lesiones agravadas por el vínculo contra el exboxeador sigue adelante. De acuerdo a la magnitud de las heridas, de comprobarse los hechos denunciados, podría ser condenado a una pena de prisión de cumplimiento efectivo o condicional.

Con el protocolo listo, en Tribunales informaron que ya hay solicitudes de magistrados en trámite para usar los dispositivos electrónicos en otros casos de ataques contra mujeres. El lunes de la semana que viene se instrumentará el segundo, también en una causa que está en manos de Rosso de Balanza.

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