Devaluación del real: advierten sobre un posible impacto en el equilibro fiscal de Caputo

En la última semana, el real brasileño registró una caída histórica frente al dólar, alcanzando mínimos históricos por debajo del nivel de 6 unidades por cada moneda extranjera. Este desplome del 4% en las últimas jornadas refleja la creciente incertidumbre en Brasil tras el anuncio de un plan fiscal por parte del ministro de Economía, Fernando Haddad, que no cumplió con las expectativas del mercado.

Con un debilitamiento notable de la moneda, el panorama económico para Brasil se complica aún más, ya que la apreciación del peso argentino frente al real aumenta las tensiones en el comercio bilateral. La devaluación del real podría encarecer las exportaciones argentinas, afectando los precios de los bienes transables, mientras abarataría las importaciones provenientes de Brasil, lo que podría generar un desequilibrio en las cuentas fiscales y en el comercio entre ambos países.

A nivel fiscal, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva enfrenta crecientes presiones debido a la deuda interna, que asciende al 65% del PIB, lo que dificulta la estabilidad económica. Aunque el Banco Central de Brasil (BCB) aumentó las tasas de interés en un esfuerzo por frenar la inflación, analistas sugieren que las políticas monetarias no son suficientes para controlar el gasto público y mejorar la sostenibilidad de las finanzas del país.

El impacto de estos movimientos es especialmente relevante para Argentina, el principal socio comercial de Brasil. La devaluación y el aumento de la inflación en el país vecino pueden aumentar el costo de los productos importados por el país, generando dificultades en un contexto ya complicado por las restricciones cambiarias del país.

La caída del real también ha tenido un efecto en el tipo de cambio real bilateral entre ambos países, lo que ha provocado un descenso en el índice de competitividad comercial (ITCRM). Este fenómeno podría incrementar el déficit de cuenta corriente de Argentina, ya que la apreciación del peso frente al real podría hacer más atractivos los bienes brasileños frente a los productos locales.

A pesar de estos desafíos, tanto expertos como autoridades coinciden en que es necesario monitorear de cerca la evolución de la economía brasileña, ya que su desempeño influye directamente en la estabilidad económica de Argentina. La incertidumbre sobre el futuro fiscal de Brasil y su impacto en el comercio bilateral continúan siendo temas clave para la región.