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Día del trabajador: los bomberos voluntarios y un trabajo de fuerte sensibilidad social
Rafael Galván contó cómo nació su interés por ser parte de la entidad y detalles de la profesión. Conocé su historía.
Uno de los trabajos más riesgosos y de pura vocación es la labor de los bomberos voluntarios. Sus tareas no son remuneradas, pero los moviliza la sensibilidad social por ayudar al prójimo y su espíritu solidario. Rafael Galván, bombero voluntario de Capital, contó por qué decidió dedicarse a ese ámbito y cómo fueron sus inicios en el cuartel. Hoy, en el Día del Trabajador, conocemos su historía.
Galván tiene 34 años y es bombero voluntario en el cuartel de Capital, ubicado en calle Juan Jufré y Mendoza, en la zona de Concepción. Hace tres años es parte de la institución que actualmente lo enorgullece. “Me encanta ser bombero. Trabajé mucho de inspector de tránsito y con monitores. En ese entonces ayudábamos a personas atendiéndolos en siniestros viales”, contó. Así nació su interés por la entidad encargada de auxiliar desinteresadamente a los sanjuaninos, cuando hay incendios u otros inconvenientes. Más adelante, Rafael hizo el curso correspondiente y se sumó a las filas del cuartel.
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“Se trata principalmente de ayudar a lo demás. Poner la vida en riesgo parta socorrer a otras personas”.
Contó que al momento de acudir a un siniestro es fundamental mantenerse tranquilo. “En cualquier servicio tratamos de mantener la calma y trabajar de la mejor manera posible para no poner en peligro nuestra vida y la de ningún tercero”, expresó. En ese sentido, comentó que el siniestro más significativo al que asistió fue cuando acudió al incendio en las sierras de Valle Fértil. En ese momento se tuvo que ir por siete días y dejar de ver a sus dos hijos en ese lapso, algo que le costó mucho asumir. Aseguró que su familia lo apoya en su decisión de ser bombero voluntario, aunque muchas veces les cuesta entender la profesión y el hecho de sacrificarse sin recibir nada a cambio.
“Saben que es un riesgo para nosotros, pero entienden que lo hacemos con ganas y sacrificio”, explicó.
Actualmente, cada bombero trabaja dos veces a la semana y las guardias son rotativas. En este sentido, hay guardias las 24 horas y los 365 días del año.
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Los Bomberos Voluntarios de Capital se financian gracias a los aportes enviados desde el Gobierno nacional y su sede está localizado en la esquina de calle Mendoza y Juan Jufré. Cualquier persona puede formar parte de la entidad. Solamente se exige tener más de 18 años y estudios secundarios completos o estar terminando la escolaridad mientras integran los bomberos voluntarios. Galván aclaró que no es necesario vivir en Capital por lo que admiten a ciudadanos de otros departamentos.