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Encuentran muerta a una joven de 18 años en un crucero e investigan a su hermanastro
Anna Kepner, de 18 años, fue encontrada sin vida en una cabina del Carnival Horizon, oculta bajo una cama y cubierta con chalecos salvavidas. El FBI investiga las circunstancias del hecho y analiza registros del barco.
POR REDACCIÓN
Un viaje familiar por el Caribe terminó en una tragedia que conmociona a Florida: Anna Kepner, una joven de 18 años y porrista de secundaria, fue encontrada muerta el 8 de noviembre dentro de una cabina del crucero Carnival Horizon. Su cuerpo apareció escondido bajo una cama, envuelto en una manta y cubierto con chalecos salvavidas, una escena que disparó de inmediato las alarmas entre la tripulación y motivó la intervención del FBI.
La investigación, aún en curso, tiene como foco al entorno familiar de la víctima. Según documentos vinculados al divorcio entre Thomas Hudson y su expareja Shauntel Hudson, la madrastra de Anna, el FBI señaló que un menor podría estar involucrado en la muerte. El New York Times reveló que el hermanastro de Anna, de 16 años, fue mencionado directamente como “sospechoso” en una demanda de custodia presentada por la familia.
Por el momento, el médico forense de Miami-Dade no pudo determinar la causa ni la forma de la muerte. Los investigadores analizan hipótesis que van desde una pelea previa, un episodio médico inesperado o la posibilidad de una sobredosis, aunque ninguna línea fue descartada. La familia viajaba junta: Shauntel Hudson, su pareja, Anna y los hijos menores, entre ellos el adolescente bajo investigación.
El abogado de Hudson aclaró que su clienta no puede ser obligada a declarar, ya que cualquier testimonio podría comprometerla a ella o a su hijo ante una eventual imputación federal. La decisión sobre posibles cargos quedará en manos de la Fiscalía del Distrito Sur de Florida, que sigue el avance del caso.
El FBI trabaja sobre dos fuentes principales: las cámaras de seguridad del buque y los registros de acceso internos, clave para reconstruir los movimientos en las horas previas al hallazgo. Por ahora, no hay detenidos y el hermetismo es absoluto, mientras la conmoción crece tanto entre los pasajeros que compartieron el viaje como en la comunidad de Titusville, lugar de origen de la víctima.
La causa continúa abierta y los investigadores esperan que el análisis forense y las imágenes del barco permitan esclarecer qué ocurrió en la cabina donde Anna encontró un final tan abrupto como inquietante.