Judiciales > Cómo sigue la causa
Liberan al jubilado denunciado por un trapito: la víctima teme por su vida
El jubilado de 68 años, acusado de golpear y amenazar de muerte a un trapito en Capital, recuperó la libertad al vencer su prisión preventiva. La Fiscalía Genérica aguarda pericias clave. "Temo por mi vida", sentenció.
POR REDACCIÓN
Hugo Guerrero, el jubilado que afirmó estar bajo prisión domiciliaria tras la denuncia de un trapito, recuperó su libertad después de estar cuatro meses encerrado en su casa de Capital. Esto ocurrió tras vencer la prórroga de la preventiva que le había dado la jueza Celia Maldonado, permitiendo al hombre de 68 años salir del arresto, aunque sigue siendo investigado por graves acusaciones de golpizas y amenazas de muerte contra Franco Martín Navarro. La víctima expresó a este medio su preocupación tras enterarse de la noticia: "Temo por mi vida".
Mientras tanto, la Fiscalía de Delitos Genéricos, que cuenta con varias denuncias contra el jubilado, la mayoría por amenazas y una por lesiones, continúa esperando los resultados de pericias clave para la causa, incluyendo el registro de hechos a través de cámaras de seguridad.
"Temo por mi vida", fueron las palabras de Navarro, el trapito de 34 años, quien se comunicó con DIARIO HUARPE inmediatamente después de enterarse de la liberación de Guerrero. El joven afirmó en su momento que su vida fue "destruida" por el jubilado, hizo responsables a los funcionarios judiciales si les llega a pasar algo a él o a su pareja, quienes, según su relato, ya vivían con miedo debido a las constantes amenazas y episodios violentos.
Guerrero quedó detenido luego de asegurar ante el fiscal del caso, Alejandro Mattar, que si no le sacaban a Navarro de su cuadra la única solución de conflicto que tenía era matarlo", y textualmente le dijo al funcionario judicial: "Yo lo mato". Estas declaraciones fueron motivo suficiente para que Mattar pidiera la prisión preventiva, que solo se prorrogó una vez y por eso ahora, el hombre puede caminar libre, aunque tiene prohibido comunicarse, molestar o acercarse a la víctima. Esto, de no cumplirse, puede ser un nuevo desencadenante para que adulto mayor vuelva a la prisión domiciliaria.
Por su parte, Navarro relató en su oportunidad que Guerrero lo golpeó reiteradamente en cuatro ocasiones, con cámaras de seguridad y vecinos como testigos. Además, denunció frecuentes amenazas de muerte dirigidas tanto a él como a su esposa, y que el jubilado incluso intentó atropellarlos con su camioneta.
Durante su tiempo bajo prisión domiciliaria, la versión de Guerrero de estar "preso en su casa" fue puesta en tela de juicio tras la difusión de un video grabado por un vecino. Las imágenes, registradas el 26 de abril de 2025, mostraban al imputado caminando "como si nada por la vereda" a unos 30 o 40 metros de su casa, mientras un oficial de policía lo esperaba en la puerta de su vivienda, donde supuestamente cumplía la medida de detención.
El vecino denunciante sostuvo que el hombre "no está preso como dice", y que "sale cuando quiere, sale a hacer las compras y recibe a las personas que quiere en su vivienda, hasta asados hace en su casa". Sin embargo, la Justicia había especificado que Guerrero tenía prohibido salir de su casa y contaba con custodia policial, y que ningún pedido de salida había llegado a Tribunales.
Aunque Guerrero había insistido en que no había pruebas que justificaran su detención y que la situación era una "sed de venganza" y una "burla sin pruebas", desde la Fiscalía señalaron la existencia de varias pruebas en su contra.
Con la libertad del jubilado, la preocupación de Navarro por su integridad física aumenta, y el trapito insiste en que se haga justicia no solo por él, sino por "mucha gente". La situación promete nuevos capítulos mientras la Justicia continúa la investigación.