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Los Echegaray, la familia del Poder Judicial de San Juan, signada por la tragedia
POR REDACCIÓN
La tragedia golpeó nuevamente a la Justicia de San Juan con el fallecimiento sorpresivo de María Agustina Echegaray, una joven empleada judicial de 36 años que trabajaba en la Oficina de Oralidad del fuero Civil y Laboral. Sobre ella pesaba un trágico hecho familiar. Su madre, jubilada del Poder Judicial, Liliana Loyola, murió hace unos años tras ser prendida fuego por su hermano. El caso llegó a juicio y el imputado recibió pena de prisión perpetua.
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La muerte de Loyola fue precedida por un hecho de violencia inimaginable. El 29 de noviembre de 2018, sobre las 20 horas, Juan Eduardo Echegaray, hijo adoptivo, le arrojó alcohol etílico y luego le prendió fuego. El hecho ocurrió en una casa del barrio Aramburu en Rivadavia. El mismo lugar donde fue encontrada sin vida María Agustina Echegaray este martes 9 de abril de 2024. Allí vivía sola la mujer, según contaron fuentes judiciales a este medio.
El ataque intencional perpetrado por su propio hijo adoptivo se debió a que la jubilada se negó a darle plata porque sabía que la iba a usar para comprar droga, según estableció la investigación sobre el crimen. Loyola sufrió quemaduras que le causaron una lucha por su vida durante meses. A pesar de los esfuerzos médicos, sucumbió a las graves lesiones el 9 de enero de 2019. Este episodio oscuro resultó en una condena de prisión perpetua para Juan Eduardo Echegaray, que siempre negó su culpabilidad, alegando que las quemaduras fueron producto de un accidente.
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La muerte de María Agustina Echegaray revivió el dolor en los pasillos de Tribunales, recordando la pérdida anterior y la tragedia que la rodea.
Los Echegaray son una reconocida familia en el ámbito judicial. María Agustina Echegaray había ingresado a la Justicia en el año 2008. Su padre Eduardo Echegaray fue un exmiembro del Concejo de la Magistratura y también exdiputado provincial por el PJ, su madre, Liliana Loyola, también supo trabajar en la Justicia, pero se jubiló, un tiempo antes de sufrir el ataque y morir.