OSSE reparó un derrame cloacal y se rompió en menos de un mes

"Ya no sabemos cómo reclamar para que vengan a hacer un arreglo definitivo, OSSE solo hace reparaciones parciales, a los pocos días se vuelve a romper todo y volvemos a convivir con las aguas servidas". Con estas palabras Marta Pedrozo contó a DIARIO HUARPE lo que sintió al ver que OSSE reparó un derrame cloacal, pero se rompió a los 24 días. 

La rotura en cuestión se ubica en una transitada zona de Capital, más precisamente en la calle Maipú a unos cinco metros del cruce con Avenida Rawson. Esta no es la primera vez que este medio escribe algo sobre el derrame de líquidos cloacales en ese sitio. Es que el 22 de mayo se hizo una crónica en la que Luis Marsiglio, un vecino del lugar, contó que hace tiempo que viene reclamando por este derrame que en un principio se creyó que era de agua potable. 

Un día después de esta primera crónica periodística desde OSSE salieron a aclarar que lo que se derrama en esa esquina son líquidos cloacales y aseguraron que el mismo 22 de mayo habían reparado la fuga. Este 15 de junio, 24 días después de las primeras notas, el caño volvió a perder aguas servidas. 

En el costado sur de esta calle se puede ver que el pavimento está hundido y se ha formado una pequeña laguna de líquidos cloacales. Cada vez que pasa un vehículo las aguas servidas salpican en todas direcciones y terminan mojando una zona de unos 100 metros. 

Marcelo Cataldo, otro de los vecinos de la cuadra de calle Maipú, recordó que hace "más de dos años que este caño se rompió y aseguró que hace un tiempo excavaron toda la zona y, al parecer, cambiaron una cañería, pero este arreglo no duró demasiado, ya que el caño volvió a perder". 

"Cada tanto vienen los obreros, excavan la tierra que se pudre alrededor y tapan con tierra nueva. Pero parece que no reparan la pérdida y los líquidos cloacales terminan corriendo por las acequias", aseguró el vecino, quien contó que esto ha generado que proliferen los mosquitos que encuentran un criadero en el agua cloacal que se estanca allí y, además, genera un fuerte olor nauseabundo. 

A los malos olores y la contaminación se suma que la rotura del pavimento y el ripio que hay en las cercanías termina causando accidentes viales. Javier Gómez, empleado de uno de los comercios de la zona, contó que una noche él vio un impactante accidente en esta zona y aseguró que se debió al derrame cloacal. 

"Venían un muchacho y una chica en moto, se resbalaron con el ripio y cayeron al suelo ella salió despedida y dio contra el boulevard de la Avenida Rawson, él se raspó sobre el pavimento y casi se estrella contra el semáforo del cruce. No les pasó nada de milagro", concluyó el joven. 

En medio de la queja los vecinos charlaban entre ellos y comentaron que todos ya volvieron a mandar mensajes a las líneas de OSSE para pedir que vengan a reparar el derrame. "Ya nos sabemos de memoria los números de reclamo", aseguraron entre risas.