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Tienen baja visión y armaron un club de lectura en San Juan

Tienen baja visión y armaron un club de lectura. Una experiencia para acercar el libro a todos.

20 de marzo de 2024
El libro es de un autor sanjuanino,.

“Ratones de Biblioteca de baja visión de San Juan” es el para personas con esta condición que funciona en la biblioteca Chirapozú, ubicada sobre avenida Libertador 248. El espacio ofrece un club de lectura en voz alta y sensitiva para brindar accesibilidad a la lectura a personas con baja visión, es decir, que su condición no es de ceguera. El libro que comenzaron a leer es de Pablo Rojas, escritor de San Juan. Los encuentros son todos los lunes 17.30 hasta las 20.

Para conocer esta propuesta DIARIO HUARPE conversó con Virginia Ponce, una de las involucradas en este taller.

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Hacer del libro un encuentro

La propuesta comenzó como una extensión de otro club de lectura que nació en la Biblioteca Popular de Santa Lucía. Allí el encuentro constaba de leer en voz alta, a partir de eso un 26 de septiembre de 2023 se conformó el  club “Ratones de Biblioteca de baja visión de San Juan”, en el día del uso del bastón Verde como instrumento de orientación y movilidad para las personas con baja visión.

El primer libro que se leyó fue "Como agua para chocolate". Gentileza

Pero no solo es leer en voz alta, Virginia contó que la propuesta usa otros sentidos. “También llevo sonidos grabados en el celular, que suele ser el recurso que más utilizo. Por ejemplo cuando hay una tormenta o el sonido de una puerta cerrándose”, comentó.

Además agrega elementos sensoriales, como aromas, texturas y sabores. El libro con el que comenzaron fue “Como agua para chocolate” de Laura Esquivel y con el que comenzaron este 2024 es “El sueño de la calandria”, del escritor Pablo Rojas.

Leer a los nuestros

“El libro habla de calles que ellos caminan, la calle a la vuelta. En una parte del libro hablan del perfume de Violeta, un personaje, y llevé un perfume floral para que cuando se habla de eso pudieran olerlo”, comentó. “O en una parte habla de dulce de membrillo, y ahí fue pasando un tupper con pedacitos de pan de membrillo. Y esas cosas se pueden hacer cuando trabajás autores de San Juan, autores que acercan su obra”, agregó Virginia.

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Rojas no solo tiene una prosa única, sino que además trabaja con géneros poco comunes en San Juan como es la ciencia ficción. Ahí la biblioteca se convierte en puente, porque en cada elección, como el perfume, el dulce de membrillo, el sonido bajado de internet, no solo suman a una experiencia más inmersiva, sino que convierten a la lectura en un encuentro. En algo pensado antes de que pase. Una cálida invitación a quedarse en una actividad que ni siquiera en personas con visión normal es común. La biblioteca como casa y como puente.

“La idea es que Pablo esté en el último encuentro para que los participantes puedan preguntarles cosas sobre el libro. Eso es lo que te permite trabajar con escritores de acá y contemporáneos, tener ese acceso a la fuente, que de otra manera sería imposible”, cerró.

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