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Un empresario cordobés llega a juicio por someter a la servidumbre a dos hermanas y abusar de una de ellas
A casi una década de los hechos, llega a juicio el empresario Javier Alvarenga, quien sometió a la servidumbre a a dos hermanas y abusó sexualmente una de ellas.
POR REDACCIÓN
A una década de los atroces hechos que lo llevaron ante la Justicia, el productor tambero de la provincia de Córdoba, Javier Alvarenga, enfrenta un juicio por la explotación laboral de dos hermanas y el abuso sexual de una de ellas, quien en ese entonces era menor de edad. Las víctimas fueron sometidas a jornadas laborales de hasta 19 horas en un campo de Córdoba, y vivieron en condiciones de extrema vulnerabilidad, según lo expuesto por el fiscal Carlos Gonella durante los alegatos.
La historia comienza en 2014, cuando Alvarenga, junto a su padre (quien estuvo imputado, pero evitó el juicio por problemas de salud mental), captó a las hermanas en la provincia de Formosa, prometiéndoles un trabajo digno que les permitiría ayudar a su familia. La menor fue llevada por el propio acusado el 26 de febrero de ese año en un micro de larga distancia hacia Córdoba, mientras que la hermana mayor viajó sola, tras recibir dinero por parte de sus futuros empleadores.
Contrario a lo prometido, las hermanas llegaron a un campo alquilado por los Alvarenga, ubicado a unos 15 kilómetros de la localidad de Ucacha, donde fueron forzadas a trabajar en condiciones extremas. Según la denuncia, las jornadas laborales comenzaban a la 1 de la mañana y finalizaban a las 20 horas, sin descanso, y con tareas que incluían la colocación de boyeros y varillas en extensas caminatas, alimentación de terneros, acarreo de maíz, ordeñe de vacas, y el manejo de ganado, entre otras.
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Las hermanas recibían solo el 13% de lo que les correspondía por ley, y las cinco horas que tenían para descansar las pasaban encerradas en una pequeña casilla, donde dormían en el suelo. Según las víctimas, tuvieron acceso limitado a alimentos, agua y productos de higiene personal.
En su testimonio, la hermana mayor relató que fue víctima de abusos sexuales por parte de Alvarenga padre en reiteradas ocasiones. La joven de 16 años también denunció haber sufrido abusos por parte del productor acusado. Alvarenga se defendió alegando que mantenía una relación amorosa con la joven, a pesar de la diferencia de edad.
Para el fiscal Gonella, los acusados se aprovecharon del "estado de vulnerabilidad" de las víctimas, empleando "engaños y amenazas", además de una "asimetría de poder" clara entre las víctimas y los acusados.
La pesadilla de las hermanas terminó el 19 de agosto de 2014, cuando, tras un descuido de los Alvarenga, lograron escapar. Corrieron hasta una fábrica de quesos cercana, donde el dueño las ayudó a llegar a la terminal de ómnibus de Ucacha. Desde allí, las víctimas alertaron a las autoridades locales, y su sufrimiento finalmente llegó a su fin.
Javier Alvarenga está siendo juzgado en libertad por los cargos de "trata de personas agravada por violencia sexual y abuso de situación de vulnerabilidad". Durante el juicio, el fiscal solicitó una pena de 12 años de prisión, una reparación económica de 6.208.176 pesos para las víctimas, así como la obligación de tomar un curso sobre violencia de género y una medida de restricción que le impida comunicarse con las víctimas hasta que la sentencia quede firme.