Una llamada que puede salvar una vida, cómo abordan los suicidios desde el 911

En el 911 hay un gabinete psicológico que tiene un objetivo principal, abordar los llamados de sanjuaninos que llegan diciendo que quieren quitarse la vida o avisando que van a llevar a cabo el acto. Con paciencia, el personal contiene a estas personas y evita los hechos, o al menos eso ocurrió con todos los avisos de ese estilo que arribaron desde los inicios de esa área, en 2017, hasta el momento. No obstante, hay casos de los que se enteran por familiares cuando ya cometieron el hecho y ahí se enfocan en contener al entorno.

La coordinadora de este gabinete es Vanesa Sedeño, una psicóloga que junto a otros seis colegas se turnan en el equipo para funcionar las 24 horas, los 365 días del año.

En diálogo con DIARIO HUARPE, la profesional explicó que hay dos tipos de llamados de crisis, cuando se comunica la propia persona que quiere quitarse vida y cuando lo hace un tercero dando aviso y pidiendo ayuda. Cuando ocurre el segundo de los casos se encargan de informar medidas de protección, por ejemplo, si la persona tiene un elemento cortante que se lo quite o, si colgó una soga, que la corten. Incluso, hay veces en la que recomiendan pedirle ayuda a un vecino para tratar de contener.

“Lo que pasa muchas veces es que pierden la capacidad de actuar, por eso al llamar, tanto los operadores como el gabinete psicológico, lo que se hace es darle órdenes para que directamente las siga”, comentó.

Si llaman directamente avisando que quieren cometer un suicidio, le brindan un espacio de escucha porque “siempre el poner en palabras las ideas catastróficas o angustiantes ayuda a que la persona organice sus ideas y pueda ver otras alternativas, pueda salir de esa visión en la que se encuentra y evitar el pasaje al acto”.

En esa charla tienen algunos objetivos como el tratar de obtener la dirección, la cual a veces la brindan de inmediato, pero hay otras en las que lo hacen después de dos horas de charla. Cuando esto ocurre, envían un móvil policial para constatar la situación, mientras tanto, contactan a un familiar para que se quede con la persona que llamó. Si una vez que llegan constatan que se autolesionó, se llama al 107 para que le brinden asistencia médica.

Después de esto, le envían todos los datos a la Comisión de Prevención del Suicidio para que puedan trabajar con la persona. En el caso de que el suicidio se haya realizado, trabajan en la posvención con los familiares y en la comunidad que quedan afectados.

“En todos los casos que llamaron al 911 donde se comunica la persona angustiada pidiendo ayuda han sido exitosos, se evitó que la persona cometa el acto, no hemos tenido registro de que una persona después haya hecho efectivo el acto”, contó Sedeño.

Adolescencia, la edad de mayor riesgo

Si bien las edades de quienes llaman son muy diversas y de no hay una edad especifica en donde este flagelo ocurra, la adolescencia es la edad en la que hay mayor riesgo ya que pasan de la angustia al acto por lo que no hay forma interceder. Incluso, Sedeño contó que en estas ocasiones son muchas las veces en las que reciben la noticias después de que los jóvenes cometen el acto. En cambio, los adultos si llaman para entablar una comunicación.

“El adolescente suele ser más impulsivo, directamente va al acto, encontró algo y lo hizo. Pasa mucho que sufren situaciones de hostigamiento, siempre ha habido, pero ahora se suman las cuestiones de las redes sociales y para ellos es muy difícil de manejar este tipo de angustia”, manifestó la profesional.

Es por ello que apuntan a un compromiso de la sociedad. Buscan que, si se detecta un cambio de conducta en otra persona, ideas de muerte o la escuchan decir que no soporta más la vida, lo informen debido a que se puede brindar ayuda o poner en conocimiento a los familiares.

Aliviar la carga emocional

La coordinadora del gabinete psicológico del 911 comentó que son muchas las ocasiones en que las personas se encuentran en crisis o en un desequilibrio emocional porque se ven afectadas por diferentes situaciones, pero el contar esto a otro puede ayudar.

“La vida nos pone en situaciones críticas que nos llevan a este periodo de desequilibrio emocional, pero el poner esto en palabras eso hace que la otra persona pueda buscar otras alternativas, va a dejar de sentirse sola. Muchas veces llegan a sentirse solas y está comprobado que al hablar con el otro alivian la carga emocional”, sintetizó.