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Vacunarse para volver a abrazar a los nietos: la esperanza llegó para los mayores de 80 años
Hubo 19 puntos en toda la provincia para inocular a los adultos. La mayoría estuvo acompañado por algún familiar.
Por Facundo Merenda
No fue una mañana más. La preocupación e incertidumbre de los adultos de 80 llegó a su fin. Este miércoles en San Juan se inició la campaña de inmunización a ese grupo etario para que puedan enfrentar la pandemia y reducir los peligros de contagios de Covid-19. El momento fue esperado por estas personas debido a que conformaban uno de los sectores más débiles frente a la enfermedad que produjo miles de decesos en todo el mundo.
“Estoy muy feliz, contento y tranquilo. Ahora espero ver un resultado positivo y no presentar ningún síntoma”, contó Félix Figueroa. El hombre tiene 86 años y arribó al Polideportivo de la Escuela San Martín, Capital, acompañado de su esposa quien tiene turno para la próxima semana. Su deseo era, después de vivir esta experiencia, reencontrarse con sus hijos y nietos para darles un abrazo.
“Pasé siete meses encerrado y tenía mucho miedo”, explicó. Para el hombre el encierro fue difícil porque estaba acostumbrado a practicar deportes al aire libre. Por más de 80 años jugó al tenis y al básquetbol. Eso, contó, lo mantuvo vital hasta la actualidad para llegar caminando por sus propios medios para recibir la dosis de la AstraZeneca.
En esa misma sintonía se mostró Julia Brizuela, de 89 años. La mujer estaba feliz y lo mostraba en su cara. “Siento satisfacción porque los mayores somos los más vulnerables. Esto me da más tranquilidad”, relató. Sin embargo, la mujer reconoció que muchas veces cometió algunas “imprudencias” debido a que tuvo que salir a la farmacia a comprar medicamentos o a realizar algún trámite porque no tenía a nadie que la acompañara o lo hiciera por ella.
Brizuela dijo que seguirá cuidándose. Nunca pensó que este momento llegaría. “La pandemia nos ha agregado años”, explicó. Dijo que ella estuvo “secuestrada en su casa” debido a la pandemia y casi no pudo ver a sus familiares por eso mismo con este “beneficio” podrá abrazarlos nuevamente.
Esperanza Altamirano, de 87 años, hace honor a su nombre. Sostuvo que con la vacuna “renació la esperanza nuevamente en su vida”. “Las personas grandes estuvimos mucho tiempo encerrado. Esto es una liberación”, relató.
Un nieto de Altamirano trabaja en el ámbito de la salud y la inscribió para recibir la dosis, de acuerdo a lo que comentó. La sanjuanina destacó la organización que tuvieron y dijo, entre risas, que “le dan ganas de volverse a vacunar”. Vive sola por eso no sintió el desarraigo de su familia, pero con esto viajará a la provincia de San Luis para conocer a su nieta de apenas 1 año.
La ayuda de los familiares, clave
Muchos de los adultos que llegaron a los distintos puntos en la provincia, dispuestos por los municipios, fueron acompañados por algunos de sus familiares. Unos concurrieron con sus nietos que los ayudaban a trasladarse por los pasillos y otros por hijos que retrataban el momento por medio de selfies.
Los adultos entrevistados comentaron que se inscribieron con la ayuda de sus parientes teniendo en cuenta que algunos ni siquiera tenían un correo electrónico como para realizar el trámite.
La organización, sin sobresaltos
La cita fue a las 9 de la mañana, pero algunos llegaron más temprano para calmar la ansiedad. Sobre la puerta del Polideportivo de la Escuela San Martín había sillas con sombrillas para que los adultos pudieran esperar a ser llamados.
Una vez que se habilitó el ingreso, los octogenarios fueron mostrando sus identificaciones y el turno asignado por las autoridades sanitarias.
Al entrar se le colocaba alcohol en gel en las manos y aguardaban en dos burbujas que se ubicaban al final del playón. Al principio del predio se dispusieron cuatro espacios de cinco lugares para que los abuelos pasaran y recibieran las dosis.
Los organizadores previeron un espacio para que los adultos, luego de la aplicación de la vacuna, aguardaran media hora para ver si tenían alguna reacción adversa. En el caso de que así fuera los llevaban a otro sector del predio en donde había médicos de emergencia para asistirlos. Durante las primeras horas no hubo inconveniente y el esquema se completó a la perfección.