Los estudiantes sanjuaninos, entre los menos favorecidos por el nivel económico y de estudios de sus familias

Que el nivel educativo y socioeconómico de una familia afecta el progreso de un niño en la escuela parece ser un hecho fácilmente comprobable, pero hasta donde se conoce hay pocos estudios que pongan en cifras la relación existente entre la situación de las familias y cómo avanzan los chicos en sus estudios. 

Ahora bien, el Observatorio Argentinos por la Educación realizó un trabajo estadístico que determinó que el mayor nivel educativo alcanzado por la madre y una situación económica holgada ayudan a mejorar la trayectoria educativa del alumno. 

Este mismo estudio determinó que San Juan está entre las provincias en las que son menos los chicos que alcanzan una trayectoria educativa exitosa. Esto parece indicar que la situación económica y educativa de las familias no resultan lo suficientemente favorecedoras para que los chicos alcancen los progresos esperados. 

En un anterior estudio los especialistas del Observatorio, los especialistas determinaros que en Argentina solo 16 de cada 100 estudiantes terminan la escuela secundaria a tiempo y con los saberes esperados. En el caso de San Juan, se determinó que de cada 100 egresados son 38 los que se recibieron de la secundaria con el nivel esperado. 

Volviendo a los datos obtenidos a nivel nacional, de esos 16 alumnos que logran egresar con un buen nivel en Lengua y Matemática, más de la mitad pertenecen al tercil de mayor nivel socioeconómico, asisten a escuela privada o tienen madres con educación superior.

Estos datos surgen del informe “¿Cómo son los 16? Trayectorias escolares desiguales en la Argentina”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, cuyos autores son Mariano Narodowski, Gabriela Catri y Martín Nistal.

Las cifras muestran que las trayectorias escolares se ven condicionadas por el nivel socioeconómico de los estudiantes, el nivel educativo de sus familias y la procedencia geográfica.

“Se trata de un escenario atravesado por condiciones de desigualdad y segregación socioeconómica y educativa en el que, debido a la edad de los estudiantes, priman más las diferencias de cuna que las basadas en el mérito. De esto se desprende la necesidad de cambiar las políticas educativas que han regido en las últimas décadas que han propiciado mayor desigualdad y la exclusión de los alumnos más débiles. Es necesario generar otras políticas basadas en la igualdad, no meramente declarada, abriéndonos al mérito y al talento independientemente del nivel socioeconómico”, plantea Mariano Narodowski, coautor del informe.

Este trabajo establece que entre los estudiantes con trayectorias escolares esperadas, el 52,1% pertenece al tercil de mayor nivel socioeconómico. En el otro extremo, solo el 15% forma parte del tercil de menores ingresos. En otras palabras, de los 16 de cada 100 estudiantes que terminan la secundaria en tiempo y forma, 8 pertenecen al tercil socioeconómico más alto, 5 al tercil medio, y solo 3 provienen de familias de un estracto más humilde. 

También se observan diferencias entre escuelas de gestión estatal o privada. El 34,3% que llega al último año de la secundaria asiste a escuelas privadas. Sin embargo, quienes llegan en tiempo y con conocimientos satisfactorios representan el 63,7% en escuelas de gestión privada y el 36,6% en estatales. 

Con respecto al nivel educativo de las familias, el 54,8% de estos estudiantes tienen madres que alcanzaron un nivel educativo superior, ya sea terciario, universitario o de posgrado completo o incompleto. De los 16 alumnos que terminan en tiempo y forma, 9 tienen madre con educación superior, 4 con secundario completo, 2 con secundario incompleto y 1 con nivel primario. 

Con respecto al lugar en el que viven los alumnos con mayor cantidad de saberes alcanzados, la mayoría de esos estudiantes se encuentran en ocho jurisdicciones: Buenos Aires, CABA, Córdoba, La Pampa, Mendoza, Río Negro, Santa Fe y Tierra del Fuego. En el resto de las provincias, es mayor la proporción de estudiantes que no logran las trayectorias escolares esperadas.

“El informe arroja datos que constatan que el sistema educativo contribuye a convertir  las desigualdades sociales en desigualdades educativas",  analiza Sandra Ziegler, investigadora de FLACSO Argentina. 

Ziegler agregó que los resultados educativos de los y las hijas están asociados a los niveles de escolaridad de las madres, la asistencia a la educación inicial temprana es un "predictor de un mejor desempeño escolar y el ‘éxito’ escolar está vinculado a la procedencia socioeconómica de las familias”, concluyó.